Las fuertes inundaciones en Paquistán, producidas por un evento climático llamado monzón, han causado la muerte a más de 1.000 personas, entre ellas 348 niños.
Según informaron las autoridades locales las altas precipitaciones ocurren desde mediados de junio pero, según la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA), sólo en 24 horas del fin de semana murieron 119 personas y 71 resultaron heridas.
La ministra de Cambio Climático de Pakistán, Sherry Rehman, aseguró que los niveles de agua no tienen precedentes y es el peor desastre humanitario de esta década.
Al menos 33 millones de personas se han visto afectadas por la catástrofe, alrededor del 15% de la población, puntualizó.
"Pakistán atraviesa su octavo ciclo de monzones, mientras que normalmente el país solo tiene entre tres y cuatro ciclos de lluvias", dijo Rehman.
Recordemos que el monzón es un viento estacional que se produce por el desplazamiento de la zona de convergencia intertropical.
El Ministerio del Interior paquistaní informó en un comunicado que el despliegue del ejército fue autorizado para ayudar en las operaciones de auxilio y rescate en las zonas afectadas por las inundaciones.
Además, se establecieron centros de ayuda para recoger, transportar y distribuir los bienes de auxilio a las víctimas.
Sólo la provincia meridional de Sindh pidió un millón de tiendas de campaña mientras que la cercana provincia de Baluchistán, que se quedó en gran parte sin electricidad, gas e internet, solicitó 100 mil.
Cerca de la ciudad de Larkana, miles de casas de barro se han hundido bajo el agua y en varios kilómetros, lo único visible son las copas de los árboles.
Las soluciones no serán rápidas: acres de tierra están inundados y el agua no retrocede lo suficientemente rápido como para que se lleve a cabo una reconstrucción.
Las autoridades instan a la comunidad internacional a proporcionar ayuda dados los recursos limitados del país surasiático.
