Aunque en términos generales, la publicidad intenta -en los últimos años- ser políticamente correcta y disimular su sexismo, cuando se trata de las mujeres se pueden identificar perfiles-cliché que se repiten en la gran mayoría de anuncios por simple “pereza creativa”.
"Los siete estereotipos son personajes centrales que habitualmente ves y terminas naturalizando porque la industria publicitaria no se esfuerza en reinventarlos. Es pereza creativa", aseguró Darren Woolley, fundador y CEO de la reconocida empresa australiana, Trinity P3 Global Marketing.
Podríamos remontarnos décadas atrás y encontrar las mismas ideas y conceptos presentes en cualquier anuncio. Eso, a pesar de que muchos de ellos han sido criticados de forma directa durante los últimos años de forma recurrente, agregó.
A continuación, los perfiles-cliché más comunes:
Mujer del hogar o madre modelo: en estos anuncios, las mujeres son las únicas que aparecen como encargadas de tareas del hogar o como cuidadoras de los niños.
La niña pequeña pasiva: las niñas aparecen jugando pero solo con muñecas y con electrodomésticos de juguete.
La mujer observada: la mujer aparece en imagen, pero es un sujeto silencioso. Quien habla es un narrador masculino.
La mujer sexualizada: las mujeres de estos anuncios sólo son relevantes por su sex appeal. Solo aparecen como seductoras.
La abuela mágica: una mujer de más edad que el resto de los personajes y da amor a los protagonistas, casi siempre desde la cocina. Es solo un personaje secundario.
Inclusión/diversidad forzada: una mujer -de cualquier origen y apariencia- que está simplemente en el anuncio para mostrar “inclusión”. No habla, no tiene historia, no aporta mucho, pero el anuncio podrá decir que estaba.
Cabe destacar que los estereotipos publicitarios femeninos no sólo, ni principalmente, denotan pereza creativa sino además refuerzan las ideas conservadoras y machistas que le dan a la mujer un sitial para seguir siendo cosificada.
