La planta de energía nuclear ucraniana de Zaporiyia (ZNPP), la mayor de Europa, se encuentra actualmente operativa, pero “viola las normas de seguridad contra incendios y radiación”, informó este jueves el operador de las plantas nucleares de Ucrania, Energoatom.
En este sentido, la cuarta y última línea de trasmisión activa que conectaba la planta fue desconectada este jueves de la red eléctrica nacional del país de Europa Oriental, debido a los incendios en los vertederos de cenizas de la central.
Las otras tres líneas de transmisión ya habían resultado dañadas previamente por bombardeos rusos, señaló la empresa. El “bombardeo periódico de la ZNPP por parte de las tropas rusas con misiles antiaéreos causó un grave riesgo para el funcionamiento de forma segura de la central”, informó la empresa en un comunicado.
Energoatom destaca que el pasado 5 de agosto, producto de un ataque del Ejército ruso a la central Zaporiyia, la estación de nitrógeno y oxígeno y del edificio auxiliar combinado sufrieron graves daños.
En el documento publicado resalta que aún existe riesgo de fuga de hidrógeno y pulverización de sustancias radiactivas, además de posibles riesgos de incendios. El ente responsable de las plantas nucleares destacó que el pasado 6 de agosto se dañaron tres sensores de monitoreo de radiación en las instalaciones de ZNPP debido a los enfrentamientos militares en la zona.
También señala que el personal ucraniano de la central nuclear continúa trabajando en sus turnos y haciendo todo lo posible para garantizar la seguridad nuclear y radiológica, así como para eliminar las consecuencias de los daños.
La planta de Zaporiyia aún “permanece ocupada y controlada por el ejército ruso. Dado que es imposible predecir las acciones de los invasores, la amenaza a la seguridad de la nuclear persiste”. reza el documento.
Situada en Enerhodar, a orillas sur del río Dniéper y al suroeste de la ciudad de Zaporiyia, la central nuclear es un punto estratégico para Ucrania, ya que proporciona el 20% de la electricidad del país.
Durante las últimas semanas, la seguridad en la central atómica se ha convertido en una de las mayores preocupaciones para la comunidad internacional por la posibilidad de que se pueda desencadenar un accidente nuclear en medio del conflicto.
Las instalaciones fueron tomadas por las tropas rusas al principio del conflicto bélico, en la que sus instalaciones han sido bombardeadas en varias ocasiones en ataques de los que se acusan ambos bandos.
