El policía Derek Chauvin, que mató al afroestadounidense George Floyd en 2020, pidió a un tribunal de apelaciones que anule su condena por asesinato, porque según Él, la extrema cobertura mediática del caso afectó el proceso de investigación y lo privó de un juicio justo.
La muerte de Floyd ocurrió el 25 de mayo de 2020 en el vecindario de Powderhorn, en Mineápolis, como resultado de un ataque físico que le aplicó el policía Derek Chauvin; la Corte asegura que lo mató de asfixia al presionar con su rodilla el cuello de Floyd contra el pavimento durante 8 minutos y 46 segundos.
Cabe destacar, la muerte de Floyd generó una oleada de indignación y protestas a lo largo del país en contra del racismo, la xenofobia y los abusos hacia ciudadanos afroestadounidenses.
Tras los hechos, Derek Chauvin, de 46 años, fue declarado culpable de asesinato en un juicio en 2021 y condenado a 22 años y medio de prisión.
Los abogados de la defensa exigen ante un panel de jueces que se anule ese juicio, tomando en cuenta que el caso no debería haber sido juzgado en Mineápolis donde la cobertura del caso era omnipresente y a su vez alegan que Floyd murió por una sobredosis, por lo que Chauvin sólo hizo uso justificado de la fuerza.
Aún cuando exista una pronta respuesta de la apelación, Chauvin permanecerá en prisión, ya que en 2021 se declaró culpable de "violaciones de los derechos civiles" ante un juez federal.
Por lo tanto, la apelación busca que Chauvin pueda tener un juicio justo en un tribunal que cumpla con los respectivos protocolos judiciales, testigos parciales y un proceso de deliberación apegado a la ley.
El 12 de marzo de 2021, el consejo de la ciudad de Minneapolis aprobó un acuerdo de $27 millones para la familia Floyd luego de una demanda por homicidio culposo.
Una segunda autopsia, solicitada por la familia, también encontró que su muerte fue un homicidio, específicamente asfixia debido a la compresión del cuello y la espalda y descartó que algún problema médico subyacente hubiera contribuido a la muerte.
