Solo cuatro meses después de la COP26, en la que los líderes mundiales se comprometieron a tomar medidas rápidas para frenar el cambio climático, un nuevo estudio de la ONU reveló que muchos de los impactos del calentamiento global son ya "irreversibles".
Pero aunque sea así, vale la pena seguir intentándolo.
Este viernes 12 de agosto, el gobierno de los Estados Unidos aprobó su Ley más importante contra el cambio climático, la cual contempla además, la más grande inversión que haya hecho el país para combatir este problema, 369.000 millones de dólares, según refiere BBC mundo.
La iniciativa fue bautizada como "Ley de Reducción de la Inflación", porque en sus más de 700 páginas también se incluye la rebaja del precio de los medicamentos y un plan fiscal que debe facilitar recaudar 451.000 millones más de dólares con un impuesto mínimo sobre las corporaciones del 15%.
Se trata de uno de los cambios fiscales más significativos que se producirá en este país. El nuevo plan implica una remodelación de los mecanismos de recaudación federal y modifica la política de inversión de las compañías estadounidenses con mayores beneficios.
Aquí algunos de los elementos de la nueva ley:
Una reducción de las emisiones de CO2 en 40% para el año 2030. Si bien el presidente Joe Biden había prometido un recorte de 50-52% el año pasado, esta cifra parece más real y posible de alcanzar, luego de tantas décadas de inacción. El corresponsal de Medio Ambiente de la BBC, Matt McGrath, señala que “eso fue parte de las promesas para 2030 procedentes de todo el mundo que los expertos de Climate Action Tracker sugirieron que pondrían al planeta en el camino de 2,4°C de calentamiento este siglo. A primera vista, si EE.UU. no es capaz de cumplir con el recorte total prometido del 50-52%, parece difícil llegar a menos de 2,4 °C", indicó.
Millones de dólares en incentivos. Se estima una inversión de al menos 400.000 millones de dólares en incentivos para encaminar a los consumidores a adoptar el uso de vehículos eléctricos y orientar a las empresas eléctricas hacia la búsqueda de fuentes de energías renovables como la solar y/o la eólica.
El gobierno de Biden pondrá el dinero directamente en manos de los ciudadanos, lo cual implica que los consumidores recibirán hasta 7.500$ por la compra de vehículos eléctricos nuevos y hasta 4.000$ cuando se trate de vehículos eléctricos usados.
El paquete contempla también 30.000 millones de dólares para impulsar la producción de paneles solares, turbinas eólicas y baterías, 10.000 millones de dólares para la construcción de fábricas para la producción de autos eléctricos y paneles solares, y unos 27.000 millones para la creación de un banco nacional que financiará inversiones en proyectos de energía limpia, sobre todo, en comunidades pobres.
Ley sin apoyo bipartidista. Al momento de su votación, la normativa fue aprobada en la Cámara Alta con una votación de 51-50 lo cual implica que no obtuvo el respaldo de ningún senador republicano y que, para romper el empate hizo falta el voto de la vicepresidenta Kamala Harris en su condición de presidenta de esa cámara del Congreso.
El Partido Republicano la rechaza e incluso, algunos dirigentes han amenazado con detener o ralentizar su aplicación. El senador republicano Marco Rubio, de Florida, dijo que esta ley está alejada de los intereses de los ciudadanos pues no ayudará a reducir los precios de los productos.
