La empresa petrolera estadounidense Chevron obtuvo del Departamento del Tesoro de Estados Unidos la renovación de una licencia para operar hasta noviembre de 2022 en Venezuela, a pesar de que esa nación norteamericana mantiene sanciones contra el país suramericano, especialmente en lo referente a la comercialización de su petróleo.
Chevron insistió este año en conseguir esta autorización para tratar de recobrar miles de millones de dólares de deuda pendiente mediante el comercio de cargamentos de petróleo venezolano; y también intenta obtener más control de sus empresas mixtas con la petrolera estatal venezolana PDVSA.
Hasta el momento, esta licencia permite a Chevron realizar "transacciones y actividades necesarias para la seguridad o preservación de sus activos en Venezuela", incluyendo seguridad del personal e integridad de las operaciones, participación en juntas de accionistas y pagos de facturas de terceros, impuestos locales, servicios públicos y salarios.
La licencia también autoriza a las empresas de servicios petroleros Halliburton, Schlumberger, Baker Hughes y Weatherford International a mantener activos en Venezuela; Esto ocurre luego del anuncio de que Estados Unidos flexibilizará algunos aspectos de las sanciones contra Venezuela que tambièn afectan a las propias empresas de Estados Unidos.
En paralelo, la semana pasada Chevron además recibió del Tesoro de EE.UU autorización que le permite, también hasta noviembre, entablar conversaciones con funcionarios del Gobierno venezolano y de PDVSA, lo que algunos consideran un paso preliminar a la posible ampliación de la licencia a finales de este año.
Desde 2019 y hasta abril de 2020 Chevron estuvo autorizada a comercializar petróleo venezolano a terceros, pero el presidente de Estados Unidos Donald Trump lo suspendió para ejercer más presión contra el presidente Nicolás Maduro.
Otras empresas europeas y asiáticas (Eni, Repsol y ONGC Videsh), esperan que Washington les entregue autorizaciones para poder cobrar deudas y dividendos pendientes de sus empresas mixtas.
Mientras tanto, Estados Unidos coloca obstáculos a Rusia para comercializar su petróleo y derivados, así que este recurso escasea y encarece; por esta razón, se consolida la posibilidad de que el crudo de Venezuela regrese a EE.UU, que fue discutida por funcionarios estadounidenses y venezolanos en una reunión de alto nivel en Caracas en marzo.
Se estima que los funcionarios estadounidenses estarían a la espera de que el presidente Nicolás Maduro y la oposición muestren avances en el diálogo para ampliar las licencias a las empresas petroleras de esa nación.