Siete policías fueron asesinados este viernes en la zona rural de Neiva, en el este de Colombia, debido a un ataque con explosivos cuando los agentes se movilizaban en un vehículo. Según los reportes, los efectivos estaban llegando a su estación cuando ocurrió el hecho.
Las víctimas de este ataque, el más grande hasta ahora ocurrido durante la presidencia de Gustavo Petro, son dos subtenientes, dos patrulleros y cuatro auxiliares. Según la prensa colombiana, este año han sido asesinados 30 policías en Colombia.
Las autoridades identificaron a los agentes como Wilson Cuellar Losada y Luis Sabi Gutíerrez; Duverney Carreño Rodríguez y Jhon Bautista Vargas; y Cristian Cubillos Borbon,Santiago Gómez Endes y Arles Mauricio Pascuas Figueroa.
La Policía indicó que en la zona hay presencia del Frente Ismael Ruiz de la Columna Móvil Dagoberto Ramos de las disidencias de las FARC.
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, aseguró que las Fuerzas Armadas deben responder con contundencia a este ataque a la paz. También envió un mensaje de solidaridad a las familias.
“Rechazo el aleve atentado cometido en la tarde de hoy contra uniformados de la Policía de la subestación de San Luis, Neiva. Toda mi solidaridad con las familias de los 8 servidores asesinados. Las Fuerzas Armadas deben responder con contundencia a este ataque a la paz”, dijo el alto funcionario. Se refiere a 8 funcionarios, pues al principio se informó que todos habían fallecido, pero uno de los agentes sobrevivió.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, viajó a la zona del atentado y, previamente, subrayó que "estos hechos expresan un claro saboteo a la paz total", una de las principales metas que se ha propuesto como programa de gobierno.
La fiscalía neogranadina informó que un equipo de peritos, criminalistas e investigadores se desplazaron al lugar para realizar las investigaciones necesarias y esclarecer prontamente lo ocurrido.
La representante de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia, Juliette de Rivero, hizo “un llamado urgente por el respeto a la vida" y se solidarizó con los familiares de las víctimas.
