14 años, un mes y 5 días de cárcel por delitos de corrupción, fraude y apropiación indebida, deberá pagar la ex primera dama de Honduras, Rosa Elena Bonilla de Lobo, condena determinada seis meses después de que fuese encontrada culpable, en la repetición del juicio.
La sentencia resultó de la suma de varios delitos, en el que la esposa del ex presidente Porfirio Lobo Sosa (2010-2014) deberá pagar “por unanimidad de votos”, 7 años, 10 meses y 15 días de prisión por fraude continuado, y 6 años, 2 meses y 20 días por apropiación indebida a título de autora, como explicó el portavoz de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Silva.
Adicionalmente deberá pagar una multa de 13,8 millones de lempiras, más de 563.500 dólares, que representa el doble del monto total defraudado que se pudo comprobar en los tribunales.
Como parte de la condena, se determinó “la inhabilitación de subvenciones, ayudas públicas, contratación con el sector público, gozar beneficios, incentivos fiscales o de la seguridad social por el doble de la pena de prisión” en contra de la mujer, como se detalló en la sentencia.
En este juicio también fue sentenciado su exsecretario privado, Saúl Escobar, quien deberá pasar 7 años, 10 meses y 15 días en la cárcel, por “fraude continuado a título de coautor en perjuicio de la Administración Pública'', señaló el Poder Judicial.
Segundo juicio
Bonilla había sido condenada por corrupción en el mismo caso, recibiendo 58 años de cárcel pero la condena fue anulada, después que los abogados defensores alegaron inconsistencia en el proceso.
No se trata del primer escándalo que rodea a la familia. A su esposo, el expresidente de Honduras Porfirio Lobo Sosa, le fue negada la entrada a Estados Unidos, por supuestamente recibir sobornos del narcotráfico en su país.
Bonilla se encuentra en una cárcel de mujeres desde el mes de marzo y ha solicitado varias veces un cambio de medida por su seguridad, especialmente después que su hijo Said Omar Lobo Bonilla, de 23 años, fuese asesinado el pasado 14 de julio, junto a tres personas más, lo que le generó un ataque de nervios.
La ex primera dama estuvo presa en 2019 durante el primer juicio pero fue liberada en julio de 2020 después de que se aprobara repetir el procedimiento. Tuvo casa por cárcel hasta marzo de este año, cuando se ordenó su traslado a un recinto de mujeres, tras ser declarada culpable y en espera de sentencia.
El caso por el que Bonilla se encuentra en la cárcel, es conocido como la “Caja chica de la dama”, que hizo público la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad de la Organización de Estados Americanos (OEA).