En una decisión que aumenta aún más las tensiones entre Rusia y la Unión Europea por el conflicto bélico en Ucrania, a partir del próximo viernes, el país euro-asiático saldrá formalmente del Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH).
Esta medida dejará a los ciudadanos rusos desprotegidos de posibles infracciones en su país pactadas previamente a este convenio
A través de un comunicado publicado este lunes, la secretaria general del Consejo de Europa, Marija Pejcinovic Buric, destacó que Rusia "tiene la obligación legal vinculante de aplicar todas las sentencias y decisiones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos relativas a sus acciones u omisiones", hasta ese día.
Buric informó que el tribunal de Estrasburgo sigue siendo competente para juzgar las solicitudes presentadas sobre posibles violaciones de derechos humanos que se hayan producido hasta el viernes.
"El Consejo de Europa seguirá haciendo todo lo posible para garantizar que se haga justicia y que los implicados rindan cuentas por sus acciones", subrayó la secretaría general.
El Convenio Europeo de Derechos Humanos, que protege las libertades fundamentales, es un texto que vincula a los 46 miembros del Consejo de Europa, cuyo cumplimiento es supervisado por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), con sede en Francia.
A pocos días del inicio del conflicto bélico en Ucrania, Moscú había decidido abandonar el Consejo de Europa justo antes de ser excluida del organismo el 16 de marzo, sin embargo, si Rusia decide aplicar las sentencias del TEDH a partir de esta fecha, permanecerá oficialmente vinculada a la convención durante un período de seis meses, es decir, hasta el 16 de septiembre, fecha en la que dejará de ser " parte contratante del acuerdo”.
Buric dejó en claro que el Consejo de Europa continuará apoyando y comprometiéndose con los defensores de los derechos humanos, las fuerzas democráticas, los medios de comunicación libres y la sociedad civil independiente en la Federación Rusa.
En el texto publicado, la máxima representante señala que Moscú "se aísla aún más del mundo democrático y privará a más de 140 millones de ciudadanos rusos de la protección ofrecida por la convención".