La osteoartritis es un tipo de artritis que afecta las articulaciones, mayormente en las rodillas, manos, las rodillas, las caderas, el cuello y la parte inferior de la espalda, a las personas mayores de 40 años, con vida sedentaria y tendencia al sobrepeso.
Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), este tipo de molestia afecta a más de 30 millones de personas sólo en el país norteamericano.
El CDC destaca que los síntomas más comunes de la osteoartritis son el dolor cuando se tiene movimientos bruscos, que a menudo mejora con el descanso; rigidez que siente la persona, especialmente después de hacer una pausa para descansar o inflamación en las articulaciones.
En el caso del dolor de rodillas, existe el consenso que el ejercicio es una de las maneras más eficaces de aliviar el dolor, sin embargo, debe consultar con su médico de confianza para que realice un reconocimiento clínico y brindarle el mejor tratamiento para su caso.
Es hora de caminar
Una de las razones principales que los especialistas recomiendan caminar es que se fortalecen los músculos alrededor de la zona y con ello mejora la flexibilidad, el rango de movimiento y el equilibrio, al reducir las cargas de las rodillas debido a una mejor distribución del peso que soportan las piernas.
Además, establecer una rutina de una caminata ayuda a mantener un movimiento de la rodilla más amplio, fortalece los músculos que dan soporte a la articulación y con ello, la articulación puede absorber mejor el impacto y la fricción que se produce con el movimiento.
Lo ideal es practicarlo a diario durante una media hora o distribuidos en varias sesiones varios minutos: esto ayudará a aumentar la intensidad a medida que se gane fuerza y flexibilidad.
Los especialistas recomiendan realizar un calentamiento previo y ejercicios de estiramiento y enfriamiento al terminar la rutina de la caminata.
