El investigador y profesor Hagai Levine, representante de la Universidad Hebrea de Jerusalén, asegura que la calidad de esperma de los hombres ha bajado 62 % en el último medio siglo; esta teoría la da a conocer luego de un extenso trabajo de investigación en 53 países.
Levine inició su estudio en el año 2017, la muestra a analizar se tomó solamente en hombres de Estados Unidos, Australia y Europa; y se destacó que la fertilidad global de los hombres había bajado la mitad en el período de 40 años.
El investigador vuelve a sorprender ahora con un nuevo hallazgo, ampliando su teoría en articulación con nuevos expertos y enfocando los estudios en países de los 5 continentes donde se destaca Latinoamérica, África y Asia.
Levine puntualiza que el declive de la calidad del esperma está siendo mundial y que el estudio deriva de cuestionar los problemas de infertilidad en los hombres, dando pie a un descubrimiento de relevancia clínica.
Esta tesis publicada en el Human Reproduction Update, muestra que desde 1973, la concentración espermática ha bajado a un ritmo anual del 1,16%, desde 2000 lo ha hecho a una velocidad del 2,64%.
Por su parte, el investigador Jaime Mendiola, cataloga la situación como alarmante tomando en cuenta que el problema no es solamente en relación a la fertilidad masculina, sino que también focaliza un incremento del riesgo de enfermedades crónicas y cáncer testicular.
Asimismo, se ha logrado determinar que una concentración espermática disminuida estaría asociada con un mayor riesgo de hospitalización, diabetes mellitus, osteoporosis, enfermedad cardiovascular, alteraciones del sueño, estrés psicológico o mortalidad, así como con una esperanza de vida acortada.
Las posibles causas de esta disminución de esperma en humanos se centran en la degradación del medio ambiente y el estresante ritmo de vida de la sociedad actual.
Causas que generan una alarma y un llamado a promover un medio ambiente más saludable y la reducción de las exposiciones y conductas que amenazan la salud reproductiva.
Cabe destacar, que 1 de cada 7 parejas es infértil, lo que significa que no han podido concebir un niño aunque hayan tenido relaciones sexuales frecuentes y sin protección durante un año o más. La mitad de estas parejas, tiene un factor común: la certeza que la infertilidad masculina juega al menos un papel parcial que se debe a una baja producción de esperma, a anomalías en la función del esperma o a obstrucciones que impiden su salida.
Otras causas de infertilidad masculina incluyen el consumo de drogas, el consumo de alcohol, fumar tabaco o el exceso de peso.
En los últimos años, el desarrollo de diferentes técnicas de recuperación espermática han permitido que pacientes con severas alteraciones de la espermatogénesis o del transporte espermático, puedan tener descendencia.
Sin embargo el desplome en un 62 %, traduce el peligro para la supervivencia de la humanidad.