El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, decretó este domingo la intervención del Distrito Federal, después de la violenta invasión bolsonarista a los edificios del Palacio de Planalto, el Congreso y el Tribunal Supremo, en Brasilia.
La medida le permite al mandatario movilizar a la fuerza militar en esa zona. El encargado de liderar la intervención es Ricardo García Capelli, actual secretario ejecutivo del Ministerio de Justicia.
Entre las atribuciones del interventor está la facultad de pedir a los órganos civiles y militares, de administración pública federal, "los medios necesarios para la consecución del objetivo de la intervención".
El mandatario prometió investigar "quiénes son los financistas" de los grupos radicales que perpetraron la irrupción a esos edificios. "Todos ellos pagarán con la fuerza de la ley", garantizó en una alocución transmitida en sus redes sociales.
Para Lula, los protagonistas de esos actos violentos "sin precedentes" en la historia de Brasil son "vándalos y fascistas", que habrían sido alentados por los discursos extremistas de Bolsonaro.
De hecho, Lula responsabilizó al ultraderechista (que se encuentra en EE.UU. desde finales de diciembre y no asistió a la ceremonia de traspaso de poder) de haber promovido discursos que habrían estimulado "la invasión de los tres poderes".
"Esto también es su responsabilidad y de los partidos que pertenecen a él", aseveró el presidente de Brasil.
Agregó, “aprovecharon el silencio del domingo, cuando todavía estamos formando el gobierno, para hacer lo que hicieron. Y sabes que hay varios discursos del expresidente alentando esto. Y esa es también su responsabilidad y la de los partidos que lo apoyaron”, dijo.