El rey Carlos III asombró a muchos al llevar a cabo el despido de un centenar de empleados de Clarence House, los cuales recibieron las cartas el pasado lunes mientras se oficiaba la vigilia ante el féretro de Isabel II en la catedral de St Giles en Edimburgo.
Los afectados por el anuncio fueron algunos secretarios privados, la oficina de finanzas y el equipo de comunicación de la casa. Algunos llevaban al servicio del monarca durante décadas y la mayoría trabajó sin descanso desde el pasado jueves, día en el que falleció Isabel II.
El encargado de redactar y entregar la carta fue el principal secretario privado y mano derecha de Carlos III, Clive Alderton. ‘’El cambio de papel asignado a nuestros superiores supondrá también un cambio para esta casa. Toda la carpeta de trabajo asumida por esta casa para gestionar los intereses privados del Príncipe de Gales, así como las operaciones y gestiones desplegadas en el pasado, ya no seguirán en marcha. Clarence House se cierra. Es previsible que la mayoría de los puestos que estaban basados en Clarence House ya no sean necesarios”, concluía la carta.
Alderton reconoció que la noticia pudo resultar "inquietante" y advirtió que se dará "el apoyo disponible" al personal afectado. El secretario privado aseguró que se abrirá un período de consultas tras el funeral de Isabel II el 19 de septiembre, antes de formalizar los posibles despidos.
"Todos se han quedado lívidos, incluso los secretarios privados y el personal más veterano", reconocieron fuentes cercanas a los afectados. "La gente ha estado trabajando incluso de noche desde el jueves. Se han quedado visiblemente conmocionados".
El personal de Clarence House esperaba que se hicieran ajustes internos y una integración con el personal del Palacio de Buckingham que trabajaba al servicio de la pasada monarca pero no esperaban un masivo despido y menos que la noticia se les fuera notificada durante las honras fúnebres por la monarca.
El rey Carlos III y la reina consorte, Camilla, no han decidido aún si permanecerán en Clarence House o si trasladarán su residencia al Palacio de Buckingham, el cual está en obras, y que podría ser en cualquier caso usado para actos protocolarios e institucionales.
