El presidente brasileño y candidato a la reelección, Jair Bolsonaro, y el expresidente (2003-2010) Luiz Inacio Lula da Silva, se acusaron mutuamente, sin descanso, durante el debate previo a las elecciones de mañana domingo, tras un mes de campaña plagado de golpes bajos y desinformación en la televisión y las redes sociales.
El cara a cara se realizó en el estudio de Globo TV en Río de Janeiro, y los contrincantes encarnaron más que nunca dos personajes arquetípicos que estaban allí para salvar Brasil. Pulsaron temas como la economía, el aborto y la corrupción para intentar seducir a quienes aún no toman la decisión de a quién apoyar.
Ambos candidatos repitieron los mismos conceptos y frases de campaña, así que en el debate hubo mucha retórica y poca información nueva. Ninguno hizo referencia, por ejemplo, a cómo financiarán los programas que proponen.
Lula encarnó el papel del pacificador, del que devolverá la paz y el amor incluso entre los partidos en un país “desgarrado por el odio”.
Bolsonaro, en cambio, se postuló como el patriota creyente, todo “Dios, patria y familia”.
"Pare de mentir, ¿tendré que exorcizarlo para que pare de mentir?", le dijo Bolsonaro al candidato del PT, mientras aseguraba que “todo el sistema” está contra él.
Lula, aseguró que "los brasileños saben quién es el mentiroso" y atacó la gestión de su rival, comenzando por el dato de que durante su mandato nunca aumentó el salario.
Además, lo acusó de "aislar a Brasil del mundo": “Los cubanos tienen relación con casi toda América del Sur. Usted no tiene relación con nadie" enfatizó.
Cabe destacar que Lula llega como favorito en todos los sondeos publicados, el más reciente -de Datafolha- lo ubica con 53% contra 47% del mandatario.
Sin embargo, hay que recordar que en la primera vuelta del pasado 02 de octubre, Lula obtuvo el 48% de los votos y Bolsonaro un sorpresivo 43%, superando lo que anticipaban las encuestas.
La reducción de la abstención puede ser decisiva en un escenario en el que la polarización es la protagonista en esta segunda vuelta. Por cierto, durante la jornada, el transporte público será gratuito de acuerdo a un decreto del Tribunal Supremo en esta segunda vuelta.
No es un dato menor que por primera vez -una vez terminado el enfrentamiento- Bolsonaro dijo que no impugnaría el resultado de las elecciones. “Quien consiga más votos será presidente” resaltó.