Amamantar es sin duda “el mejor comienzo de vida”, tal y como lo señaló el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en un comunicado. Cada vez se descubren más beneficios de la leche materna, entre ellos la reducción del riesgo de muerte súbita,principal causa de decesos de bebés entre el mes y el año de vida.
Datos como estos cobran fuerza desde el 1ero al 7 de agosto, cuando se celebra la Semana de la Lactancia Materna, una jornada mundial, que este año lleva por lema “Impulsemos la lactancia materna: educar y apoyar” y busca promover y concientizar a la población sobre los beneficios de la práctica, para el niño y para la madre.
Cifras
El conocido como Síndrome de Muerte Súbita, es el fallecimiento repentino de los pequeños que normalmente son encontrados en su cuna, y cuyas causas aún son en gran medida un misterio. Se sabe que la lactancia reduce el riesgo entre 1,5% y 5% de que esto ocurra.
Además es considerada por la Unicef como “la primera vacuna del bebé, ya que lo protege contra las enfermedades más frecuentes de la infancia”, como resaltó una carta conjunta publicada por la Directora Ejecutiva de la organización, Catherine Russell, y del Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Por si fuera poco se sabe que la leche materna contiene más de 300 nutrientes que evitan enfermedades en el adulto como la obesidad, las caries, diarreas, alergias, asma, infecciones respiratorias, cólicos en el bebé, e inclusive reduce el riesgo de ACV y enfermedades cardíacas de la madre, como lo comprobó recientemente un estudio de la Universidad de Innsbruck, en Austria.
A pesar de eso, “menos de la mitad de los recién nacidos reciben leche materna en la primera hora de vida, y esto los hace más vulnerables a las enfermedades y a la muerte” señala la carta firmada por Russell y Ghebreyesus.
En el documento se expone que “solo el 44% de los bebés toman leche materna de manera exclusiva durante sus primeros seis meses de vida”, por debajo de la meta mundial del 50%, por lo que proteger la lactancia adquiere un nivel de suma prioridad.
En este contexto la OMS y Unicef instaron a los gobiernos a dar prioridad a las políticas públicas en la materia, proteger a los trabajadores de la salud y las familias “contra la influencia del mercadeo poco ético de la industria de la fórmula para bebés mediante la aprobación y aplicación plena del Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna, especialmente en los entornos humanitarios”.
Finalmente llamaron a promover acciones para que las madres, especialmente las trabajadores, tengan el tiempo suficiente para amamantar a sus hijos, acción que además fortalece los lazos entre ambos, y mejora el desarrollo físico y emocional de los más pequeños.