La jueza Sara Cockerill del Tribunal Superior de Londres anunció que el fallo del oro venezolano -almacenado en las bóvedas del Banco de Inglaterra- se conocerá después del verano (en octubre).
Cockerill señaló que hará “todo lo posible” para decidir con relativa rapidez a pesar de que tiene “otros compromisos que debe atender antes”.
Anticipó que, en un principio, las partes pueden apelar la sentencia que emane del referido tribunal.
El proceso judicial decidirá si Londres reconoce o no el dictámen del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela en el que derogó la decisión de la Asamblea Nacional electa en diciembre de 2015 de nombrar una junta ad hoc del Banco Central de Venezuela (BCV).
El lunes 18 de julio, los abogados en Londres de la junta del BCV (designada por el presidente Nicolás Maduro) y de la junta ad hoc (en representación del gobierno Interino de Juan Guaidó) prepararon sus alegatos finales ante el Tribunal Superior para determinar quién se queda con el control del oro depositado en las bóvedas del Banco de Inglaterra.
Recordemos que el BCV querelló en mayo de 2020 ante un tribunal de comercio de Londres para recuperar 32 toneladas de oro depositadas en la institución británica que se negó a devolver los recursos necesarios para luchar contra el coronavirus.
Pero el Banco de Inglaterra afirma que no puede realizar ninguna operación que solicite esta junta directiva o la que nombró Juan Guaidó “hasta que se puedan celebrar elecciones fiables».
El abogado inglés de la junta presidida por Ortega, Richard Lissack, reiteró el lunes que “la junta de Guaidó no es una junta funcional del banco central” y argumentó que sus miembros, todos en el exilio, no viven en Venezuela ni participan de las acciones de la institución.
“Este caso no es un juicio al régimen de Maduro” sino la estimación del reconocimiento de decisiones de un tribunal extranjero, insistió Lissack en sus argumentos finales.
