Amazon.com Inc, tomó la decisión de reembolsar a sus empleados hasta 4.000 dólares en gastos de viajes al año que hayan sido usados en tratamientos médicos incluidos casos de aborto.
No es la única compañía que asume esta decisión en caso de abortos lo que la coloca en la mira de las autoridades que tienen vigentes leyes federales antiaborto.
La acción de Amazon deja impresa también la lucha de MacKenzie Scott, ex esposa del fundador de Amazon, Jeff Bezzos, quien ha donado 250 millones de dólares a una institución que respalda la interrupción del embarazo y trabaja en proyectos centrados en la mujer y los derechos sociales.
Será el próximo mes cuando la Corte Suprema de tendencia política conservadora se pronunciará sobre un caso que podría anular Roe Wade, una sentencia judicial del año 1973 que legalizó el aborto en Estados Unidos.
Si se anula la ley, se podría permitir que cada estado determine sus propias reglas jurídicas de aborto y se espera que más de 20 estados limiten la atención del aborto o lo prohíban totalmente.
Por eso, la atención mediática se enfoca en el tema aunque también hay otros casos de afectaciones a la salud que están cubiertos por la compañía: atención bariátrica, oncológica, anomalías congénitas detectadas luego de los 24 meses del nacimiento, tratamientos de salud mental y adicciones.
Con esto, Amazon lucha por retener a su personal a pesar de los cambios legales que pudieran darse en Estados Unidos sobre el tema y en medio de una presión de los empleados por lograr su sindicalización. Lo que haga, generará repercusiones en el país. Con más de 500 mil nuevos puestos de trabajo creados en 2020 y 170 mil en los primeros meses de este año, el gigante de comercio electrónico, se perfila para convertirse en el empleador privado más grande del mundo.
