Luego de su reunión en Madrid, los países miembros de la OTAN publicaron un documento y afirmaron que China "desafía sus intereses, seguridad y valores" y calificaron a Rusia de "la amenaza más significativa y directa" en la zona euroatlántica.
De hecho, la multinacional bélica aseguró que “la cooperación de Pekín y Moscú va en contra de nuestros valores e intereses".
La Alianza estima que Moscú busca establecer ámbitos de influencia y control directo a través de coacción, subversión, agresión y anexión y que además, "usa medios convencionales, cibernéticos e híbridos contra nosotros y nuestros socios".
Sin embargo, -y aunque no pueden considerar a Rusia su socio- siguen dispuestos a mantener canales de comunicación abiertos con Moscú.
"Buscamos la estabilidad y previsibilidad en la zona euroatlántica y entre la OTAN y la Federación Rusa", indicaron.
En cuanto a China, la OTAN sostiene que sus políticas y ambiciones desafían nuestros intereses, seguridad y valores porque el gigante asiático busca controlar sectores clave tecnológicos e industriales, infraestructura crítica y materiales estratégicos y cadenas de suministro.
En el documento dado a conocer, la OTAN destacó que las fuerzas nucleares estratégicas de la Alianza, particularmente las de Estados Unidos, son la garantía suprema de la seguridad de la Alianza.
Horas después de la publicación del documento, China respondió a la OTAN que aprenda sus lecciones y no provoque una confrontación abierta con la excusa de la crisis de Ucrania.
“No deben provocar una nueva Guerra Fría, ni buscar enemigos imaginarios en la región de Asia y el Pacífico para crear conflictos y divisiones”, dijo el representante permanente de China ante la ONU, Zhang Jun, durante una reunión del Consejo de Seguridad.
No es un dato menor que China contempla a la OTAN como una amenaza desde hace tiempo y se opone a su despliegue en la región de Asia y el Pacífico.
