La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley que protege los matrimonios del mismo sexo, un importante paso en la batalla de toda una comunidad por lograr respeto y reconocimiento nacional.
Esta nueva medida exige que todos los estados reconozcan y respeten los matrimonios igualitarios. El proyecto de ley, aprobado por 258 votos contra 169, también protege las relaciones interraciales, por lo que obliga a los estados a reconocer los matrimonios legales independientemente del sexo, raza o etnia. Ahora, el proyecto de ley está a la espera de la ratificación del presidente, Joe Biden, para entrar en vigencia.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, celebró el resultado de la votación. Aunque quedan algunos detalles por tramitar en el Congreso, esta medida podría ser la última ley con alta carga simbólica y social de su mandato.
Con respecto a la celebración, Pelosi publicó un artículo en ‘The Washington Post’, en el que vitoreaba la aprobación de la ley como ‘’un glorioso triunfo del amor, de la libertad y de la dignidad para todos’’.
En el debate previo a la votación, algunos legisladores homosexuales dieron su opinión de lo que significa esta decisión para ellos y sus familias. El representante demócrata, Chris Pappas, de Nueva Hampshire, dijo que se dispone a casarse con ‘’el amor de mi vida’’ en 2023, por lo que es inconcebible que, ‘’algunos estados no reconozcan el matrimonio’’.
Sin embargo, la medida también tuvo malos comentarios. Tal fue el caso del representante Bob Good, de Virginia, quien aseguró que: ‘’El designio perfecto de Dios es en verdad el matrimonio entre un hombre y una mujer por toda la vida. Y no importa lo que ustedes piensen o lo que pienso yo, es lo que dice la Biblia’’.
Blindaje parcial
El matrimonio homosexual es legal en Estados Unidos desde junio 2015 cuando el Tribunal Supremo declaró inconstitucionales las leyes que lo prohibían en algunos estados. Por lo que, esta nueva normativa no designa el matrimonio homosexual como un derecho federal que pueda aplicarse en todo el país, pero en caso de que el Supremo revocare su doctrina esto impediría que los estados discriminaran a aquellas parejas homosexuales casadas en otros.
No es un blindaje completo, pero es una solución de compromiso y reconocimiento para aquellas parejas que sufren denigración por parte de terceros.
El matrimonio entre personas del mismo sexo es legal en todo el país desde junio 2015 cuando el Tribunal Supremo dictaminó la sentencia Obergefell contra Hodges, en la que anuló leyes de Míchigan, Kentucky, Ohio y Tennesee, quienes solo permitían la unión entre hombres y mujeres.