Medios locales argentinos, expusieron ante la opinión pública un polémico chat telefónico entre un funcionario de alto cargo del macrismo, y un empleado de la Corte Suprema de Justicia vinculado a uno de los miembros del tribunal.
El chat se desarrolla específicamente entre el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D'Alessandro, y Silvio Robles, director general de vocalía de la Corte Suprema, supuesto colaborador del presidente del máximo órgano judicial, Horacio Rosatti.
En la conversación se puede apreciar como existe una relación estrecha entre el Gobierno porteño, y la Corte Suprema del país, que acaba de fallar a favor de la capital en la causa por la coparticipación de fondos federales.
Por su parte, legisladores del oficialista "Frente de Todos" solicitaron a Rodríguez Larreta la destitución del ministro de Justicia y Seguridad, catalogando el chat como “viva prueba de antivalores y deslealtad”; asimismo aseguran que se trata del mayor escándalo judicial en la historia de la democracia argentina.
Marcelo D'Alessandro aseguró que continuará en su cargo y sostiene que el chat es totalmente falso; lo considera una estrategia de mal gusto para desarticular las instituciones.
Los chats filtrados entre D’Alessandro y Robles iniciaron el 9 de noviembre y se extienden hasta el 1 de diciembre.
Robles inicia la conversación enviando un link de una nota que informa que los jueces de la Corte rechazaron la recusación que había presentado el Gobierno contra Rosatti, en el caso de la coparticipación de la Ciudad.
Seguidamente, Robles volvió a escribirle a D’Alessandro: "En 5 te paso letra para que vos lo muevas". Al parecer D’Alessandro no sabía de qué le hablaba, por lo que Robles le sugirió revisar su WhatsApp.
El texto puntualizaba que los senadores de "Juntos por el Cambio" no participaran en la sesión que estaba convocada para las próximas horas, para revalidar la lista de senadores que habían sido seleccionados para conformar el Consejo de la Magistratura.
Medios locales aseguran que los chat muestran los “altos niveles de putrefacción y destrucción de la Justicia federal”.