La primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, renunció a su cargo este jueves, para convertirse en la mandataria con menos tiempo en el poder, con apenas 44 días en funciones.
La dimisión se dio en medio de una crisis política, tras críticas severas a su anuncio de recortes de impuestos no financiados, lo que generó desconfianza en los mercados, en la ciudadanía y en su propio partido.
Este tipo de anuncios fue disminuyendo la popularidad de la primera ministra, hasta caer a los niveles más bajos de aprobación, además de una petición de renuncia que le hicieron 17 miembros del Partido Conservador.
En un breve pronunciamiento frente a 10 Downing Street, la sede del gobierno británico, Truss dijo que le había anunciado al rey Carlos III su renuncia a la jefatura del Partido Conservador y, por lo tanto, a su cargo como primera ministra.
Agregó que continuará en funciones hasta la próxima semana, cuando se elegirá un nuevo líder del partido.
Liz Truss se había negado a renunciar el miércoles, pero este jueves sorprendió a todos con su decisión. La ejecutiva conservadora se encontraba en el cargo, como reemplazo del exprimer ministro Boris Johnson.
El también coservador también renunció en el mes de julio “por la rebelión de miembros de su gobierno en protesta por su gestión y por varios escándalos que salpicaron su mandato”, y dejó finalmente el puesto el 6 de septiembre, como reportó La Mosca News.
Por esta decisión, Truss se convierte en la mandataria británica con menos tiempo en el puesto, superando a George Canning, quien murió en 1827 tras 119 días en el cargo.
Antecedentes
La presión en contra de Truss comenzó a finales de septiembre cuando informó la congelación temporal de las facturas de gas y electricidad a partir de octubre, con un tope anual de 2.500 libras (2.874 euros). Este subsidio se extendería por los próximos dos años.
El aumento de los precios en las facturas energéticas había provocado protestas y huelgas en distintos sectores; sin embargo, el anterior gobierno había establecido un máximo de 3.549 libras (4.000 euros) que las compañías podían cobrar a los hogares británicos, lo que igual representaba un alza del 80% frente a la facturación regular.
El pasado lunes, Truss, había pedido perdón por sus errores económicos y reiteró su intención de continuar al mando del país y del Partido Conservador, hasta que se celebrarán las próximas elecciones, en 2024.
"Reconozco que he cometido errores. Lo siento por esos errores, pero he enmendado esos errores. He nombrado a un nuevo ministro de Finanzas y he recuperado la estabilidad económica y la disciplina fiscal", dijo entonces en una entrevista para la BBC.
