Un decreto oficial publicado este lunes en el portal del Gobierno ruso, señaló que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, concedió al exempleado de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Edward Snowden, la ciudadanía rusa luego que el periodista estadounidense filtrara información valiosa sobre los programas de inteligencia.
Snowden estuvo exiliado desde 2013 luego de filtrar miles de documentos clasificados a múltiples periodistas, incluyendo temas que incluyen la seguridad nacional, las criptomonedas y la tecnología blockchain estadounidense.
El hombre de 29 años estuvo viviendo en el exilio en Moscú luego de viajar inicialmente a Hong Kong tras su revelación pública de la información, enfrentando una pena de hasta 30 años de prisión en Estados Unidos.
El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, aseguró que Snowden debe regresar al país y comparecer ante la Justicia estadounidense. "Nuestra postura no ha cambiado: el señor Snowden debe regresar a Estado Unidos donde se debe enfrentar a la Justicia, tal y como cualquier otro estadounidense lo haría", señaló el vocero al responder si la ciudadanía rusa afectaría de alguna manera la ciudadanía estadounidense del exempleado de la Agencia de Seguridad Nacional.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, indicó que Snowden había solicitado la ciudadanía con anterioridad, recibiendo su primer permiso de residencia en 2014.
La decisión de Rusia llega días después de amenazar con intensificar su guerra en Ucrania, anunciando la ‘’movilización parcial’’ de los ciudadanos.
El exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. y de la CIA, Snowden sacó a la luz pública en 2013 un esquema masivo de espionaje electrónico por parte de EE.UU. y Reino Unido contra sus ciudadanos.
¿Por qué Snowden escapa de EE.UU.?
Exanalista de la NSA de Estados Unidos y de la CIA, Snowden reveló la existencia de un programa de vigilancia telefónica que recopilaba información sobre las llamadas y mensajes de millones de estadounidenses y que comenzó a implementarse luego de los ataques del 11 de septiembre. Además, alegó que los servicios especiales de dichos países realizaban escuchas ilegales de los líderes de otros Estados.
