Este martes, el Ministerio de Defensa ruso informó que envió a la Convención sobre Armas Biológicas y Tóxicas (CABT) pruebas que confirman que Estados Unidos puso en marcha programas militares y biológicos en Ucrania.
El jefe de las Fuerzas de Protección Radiológica, Química y Biológica de Rusia, Igor Kiríllov, indicó que entre el 5 y 9 de septiembre se llevó a cabo una cumbre en su país, convocada luego que Estados Unidos y Ucrania violaran artículos de la CABT.
A la reunión solo asistieron representantes de 89 naciones de las 184 firmantes, quienes recibieron copias de los documentos que demuestran que el país norteamericano y Ucrania ejecutaron programas militares y biológicos.
Kirílov enfatizó que ningún presente dudó la autenticidad de los documentos que recibieron, los cuales contenían datos sobre la cantidad de agentes estadounidenses en laboratorios ucranianos, incluyendo el Instituto de Investigación contra Epidemias Méchnikov, lugar en el que se alojaban biomateriales altamente peligrosos en las ranuras de las escaleras, pasando desapercibidos por algún sistema de control.
"La parte ucraniana ignoró por completo las preguntas sobre el almacenamiento injustificado de agentes biológicos peligrosos en la instalación y las graves violaciones reveladas de las condiciones de su acumulación", comentó Kirílov.
A principios de marzo, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zakharova, denunció que en Ucrania se estaban creando armas militares-biológicas, las cuales eran financiadas por el Departamento de Defensa de Estados Unidos.
Por su parte, el jefe de las tropas de Defensa Nuclear, Biológica y Química, indicó que Estados Unidos admitió los experimentos biológicos realizados en Ucrania, en los que usaban a ucranianos de niveles socioeconómicos bajos y pacientes de clínicas psiquiátricas, como sujetos experimentales.
En las investigaciones, Rusia había revelado la existencia de más de 30 biolaboratorios del Pentágono en Ucrania.
Así mismo, salió a la luz que el fondo de inversión Rosemont Séneca, perteneciente a Hunter Biden -hijo del presidente de Estados Unidos-, financió el Programa de Biología Militar del Pentágono en Ucrania.