El político boliviano Arturo Murillo, quien fue ministro del Gobierno de facto de Jeanine Áñez, se declaró culpable de soborno y lavado de dinero ante una Corte Federal de Miami en EEUU.
Se le acusa de transferir sobreprecios en la compra de materiales antidisturbios a una cuenta personal en EEUU y su condena será de 10 años de prisión, aunque todavía falta que se establezca una fecha de sentencia, según señaló el Departamento de Justicia.
Murillo de 58 años, recibió al menos 532.000 dólares en pagos de soborno por parte de una empresa con sede en Florida a cambio de ayudarle a conseguir un contrato de 5,6 millones de dólares para proveer gases lacrimógenos y equipamiento no letal al ministerio de Defensa, según señala el Departamento de Justicia en un comunicado, citando documentos judiciales.
El político y sus cómplices lavaron el dinero percibido a través del sistema financiero estadounidense, incluidas cuentas bancarias en Miami, Florida, donde Murillo también habría recibido unos 130.000 dólares en efectivo de la empresa International Defense Group.
Los cómplices de estas transacciones son, Sergio Rodrigo Méndez, Luis Berkman, Bryan Berkman y Philip Lichtenfeld quienes se declararon culpables el 28 de septiembre de 2021 y están pagando condena.
El exministro Murillo y su exjefe de gabinete, Sergio Méndez, fueron arrestados junto con tres ciudadanos norteamericanos en Estados Unidos.
Según documentos judiciales, las detenciones se produjeron en mayo de 2021 en los estados de Florida y Georgia, y ambos enfrentaron cargos por su presunta implicación en la trama de soborno y lavado de dinero, sin embargo, fue hasta ahora que Murillo confesó.
El exministro formó parte del gobierno ilegítimo de Áñez, a quien el Tribunal Primero de Sentencia de La Paz condenó a 10 años de prisión por el caso denominado Golpe de Estado II, referido a los delitos de “incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes”. Se le imputó por la auto proclamación el 12 de noviembre de 2019, primero como presidenta del Senado y luego, como presidenta del Estado.