El Gobierno británico manifestó estar “muy decepcionado” por el trato a los fanáticos del Liverpool en los incidentes previos a la final de la Champions League en París. Así lo dio a conocer el portavoz del primer ministro Boris Johnson.
El vocero del premier inglés también solicitó a la UEFA una investigación completa de los incidentes que calificó “profundamente inquietantes y preocupantes" y que fueron el motivo del atípico retraso en el inicio de la final entre el Real Madrid y el Liverpool.
"Sabemos que muchos aficionados del Liverpool viajaron a París a tiempo para apoyar a su equipo" aseguró el vocero.
Por su parte, las autoridades francesas señalaron que la actuación de la policía fue la que evitó que un evento deportivo se convirtiera en una tragedia por aplastamientos de personas en medio del caos reinante.
Sin embargo, Francia aseguró que “aprenderá” la lección, tomando en cuenta que este episodio pudiera sembrar dudas para la organización de próximos eventos de envergadura, como la Copa del Mundo de Rugby de 2023 y los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2024.
La ministra del deporte, Amélie Oudéa-Castéra, también se pronunció asumiendo una cuota de responsabilidad, señalando que “lo más lamentable de lo sucedido fue el empleo de gases lacrimógenos contra familias que habían acudido a ver la final”.
Aunque las autoridades francesas reconocen un problema de coordinación, se estima que entre 30.000 y 40.000 fanáticos intentaron acceder de forma irregular al estadio Stade de France.