Los jóvenes iraníes han improvisado distintas formas de protestar en Irán, desde mujeres caminando sin velo por las calles a canciones de protesta entonadas desde las ventanas de los edificios, ahora, han adoptado una nueva manera de manifestación: quitarles el turbante a los líderes religiosos islámicos.
En las redes sociales circulan videos de jóvenes iraníes con el mismo modus operandi: un joven, chico o chica, se acerca por detrás a un clérigo y con la mano golpea el turbante con el que se cubre la cabeza hasta que cae al piso.
La muerte de la joven Mahsa Amini el pasado 16 de septiembre fue el detonante de una serie de protestas contra la Revolución Islámica y sus reglas. Estas manifestaciones han sido protagonizadas por miles de personas al grito de ‘’¡Mujer, vida, libertad!’’.
Además, la vida de los manifestantes también está en riesgo. La ejecución en los últimos días de dos jóvenes de 23 años relacionados con las protestas ha desatado una ola de condenas internacionales para Irán.
Este lunes, Majid Reza Rahnavard fue sentenciado a muerte y ahorcado en público en la ciudad santa de Mashad luego que se le inculpara por el asesinato de dos agentes de seguridad. En este sentido, Amnistía Internacional publicó un informe en el que aseguró que Rahnavard fue sentenciado falsamente y que el poder judicial que cayó sobre él era ‘’una herramienta de represión que enviaba a las personas a la horca para sembrar el miedo’’.
Esta ejecución pública sucedió cuatro días después del primer ahorcamiento de un preso condenado por participar en las manifestaciones a raíz del asesinato de Amini. Mohsen Shekari, de 23 años, fue ejecutado por herir a un miliciano islámico con un cuchillo y bloquear una calle en Teherán.
Por su parte, la Unión Europea impuso este lunes sanciones a la radiotelevisión iraní, el jefe del ejército y comandantes de la Guardia Revolucionaria por la fuerte represión de las manifestaciones.
