Autoridades estadounidenses informaron que más de 250 millones de estadounidenses se encuentran en estado de alerta debido a un peligroso temporal de invierno que ha dejado hasta los momentos, 22 muertos y 1,7 millones de hogares sin servicio eléctrico.
Según el medio CNN, ocho personas han muerto en Ohio, tres en Kansas, Nueva York y Kentucky, dos en Colorado y una en Missouri, Tennessee y Wisconsin.
De acuerdo con la empresa Power Outage, cerca 1,7 millones de personas continúan sin suministro del servicio en todo el país. Los estados más afectados son Maine, Carolina del Norte, Virginia, Pensilvania, Nueva York y Maryland.
La ciudad de Chicago registró temperaturas este fin de semana de -20º C por lo adoptó medidas adicionales como el cierre de centros educativos y la recomendación de teletrabajo.
Paralelamente la ciudad de Nueva York se ha visto afectada por varias inundaciones producidas por las lluvias torrenciales y fuertes vientos, lo que ha provocado la suspensión de varias rutas del sistema superficial de transporte y cortes del suministro eléctrico en las zonas de Queens, Long Island, Nueva Jersey y el Bronx con marcas de -15º C.
Otros estados como Oklahoma, Kentucky, Georgia y Carolina del Norte registraron en estos dos días de nevadas hasta dos metros de nieve.
El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos (NWS) alertó que las nevadas, temperaturas extremadamente bajas y peligrosos vientos se mantendrán en el Oeste, el Medio Oeste y el sur en la mitad este del territorio estadounidense.
Aumentan los retrasos y las cancelaciones de vuelos
Las heladas coincidieron con las fiestas navideñas y provocaron cancelaciones y desvíos del tráfico aéreo: los aeropuertos más afectados incluyen el Seattle-Tacoma International, en el estado de Washington y los de Seattle, Nueva York, Chicago y Detroit.
Desde la noche del viernes, más de 10.00 vuelos fueron cancelados, según informó FlightAware.com
El NWS calificó este fenómeno como “la peligrosa masa de aire frío sin precedentes” por un frente del Ártico que recorrió la franja noroccidental de Estados Unidos, lo que se conoce como vórtice polar.
