El juez Luís Roberto Barroso quien es también el ministro del Supremo Tribunal Federal (STF) emitió una prórroga para evitar los desalojos en Brasil hasta el 31 de octubre de 2022.
Más de 142.000 familias estaban en riesgo de perder sus hogares y territorios este primero de julio por lo que, desde hace meses, organizaciones sociales hacían en más de 20 ciudades brasileñas, múltiples acciones de protestas, cierre de carreteras, actos públicos, escraches, denuncias que llegaron incluso a Zambia, Cuba, EEUU e impactaron en las redes sociales exigiendo el fin del hambre, la violencia y el abandono en plena pandemia de miles de familias.
Un integrante del Movimiento para los Trabajadores Sin Hogar (MTST) defendió la prohibición de desalojo diciendo: “en un contexto en el que el conflicto por la tierra en Brasil se agudiza es necesario retomar el debate sobre la reforma urbana y agraria en el país”.
Gerson Oliveira perteneciente al MTST habló sobre las reuniones con el ministro y explicó “la pandemia ha exacerbado aún más la diferencia social, económica, de clase y racial en nuestra sociedad”.
Oliveira agregó “Solo en la ciudad de Sao Paulo, más de 30.000 personas viven en las calles. En este período invernal, la situación es muy crítica, la gente muere de frío, porque no tienen donde cobijarse y comer”.
También los datos actualizados de la Campaña Desalojo Cero apuntan a más de 97.000 niños que viven bajo amenaza de desalojo en sus comunidades y al menos 95.113 adultos mayores y más de 341.000 mujeres en la situación.
