Integrantes de los Golden State Warrior y los Boston Celtics, pidieron al Congreso de los EEUU la creación de una ley más estricta sobre la tenencia y portación de armas de fuego en EEUU por el aumento de tiroteos masivos en escuelas y sitios públicos.
Los jugadores y entrenadores usaron unas camisetas naranjas antes del segundo partido de las Finales de la NBA con la lista de organizaciones que trabajan para el endurecimiento de leyes de armas en la parte posterior y en la parte delantera el mensaje de “End Gun Violence” (pongan fin a la violencia de armas) haciendo un llamado a los espectadores a tomar conciencia.
Steve Kerr, entrenador de los Warriors declaró “Creemos firmemente como liga que es hora de que la gente tome nota y participe en lo que debería ser un esfuerzo nacional para limitar la violencia y con la portación de armas de fuego”. Kerr continúa “Hay formas de limitarla. Hay leyes probadas que están esperando a ser aprobadas.”
El también entrenador de la NBA Ime Udoka se unió al llamado de Steve para pedir un cambio “Estamos todos en esto”.
El equipo de fútbol masculino se sumó al llamado de los entrenadores de la NBA, enviando una carta abierta al Congreso de los Estados Unidos instándolos a aprobar leyes más estrictas sobre el porte de armas. En la carta, afirman: «Nuestra capacidad de influir en el cambio es limitada, pero la suya no lo es. Ustedes podrían votar esta semana para hacer frente a la violencia con armas de fuego en Estados Unidos y, de hecho, tendrán esa oportunidad».
«En los próximos días, la Cámara de Representantes de Estados Unidos votará varios proyectos de ley que abordarán este grave problema. Por favor, voten sí a todos los proyectos de ley que se están considerando».
Durante el fin de semana, los jugadores y entrenadores de los diferentes deportes, portaron un brazalete naranja ya que se celebraba el “wear Orange Weekend” un evento anual que pide el fin de la violencia de armas de fuego.
Estados Unidos es el país con más tiroteos en masa del mundo sumando 233 masacres solo este año. El último registrado, fue en Filadelfia el que dejó tres personas muertas y otras 11 heridas según el reporte policial.