Los precios del gas en Europa han alcanzado nuevamente sus máximos históricos al superar los 3.000 dólares por 1.000 metros cúbicos, a raíz del anuncio de la empresa gasífera Gazprom de cerrar de manera temporal el suministro del gas en el gasoducto Nord Stream.
A pesar del aviso de la empresa rusa, que insistió en que esta suspensión del suministro del hidrocarburo está programada por labores de mantenimiento, de tres días a partir del 31 de agosto, las autoridades europeas prevén una prolongada interrupción del suministro del gas como una medida política de Moscú por el actual conflicto bélico en Ucrania.
De acuerdo con los datos de la bolsa londinense ICE, el incremento registrado este lunes ronda el 18%. Más temprano, el coste del gas en el continente se disparó por encima de los 2.750 dólares por primera vez en medio año, tras experimentar una subida cercana al 8%.
El precio del gas natural del hub TTF en Holanda inició la jornada de este lunes en 292 dólares por megavatio-hora (MWh), aunque se estabilizó al final de la jornada en 277 dólares, un 15% más que los 255 dólares del pasado viernes.
Sin embargo, el precio no superó los 342 dólares/ MWh que marcó el pasado 7 de marzo.
Varios países europeos, en especial, Alemania, llevan semanas en suspenso con respecto a los envíos a través del Nord Stream, cuyos flujos sólo se han reanudado a niveles muy bajos tras su cierre por obras el mes pasado.
Este gasoducto lleva semanas funcionando solo al 20% de su capacidad, según Rusia porque las sanciones han impedido las labores de mantenimiento de los sistemas de bombeo.
Analistas prevén que esta situación puede empeorar con la llegada del próximo invierno.
En este punto, el ministro alemán de Economía, Robert Habeck, advirtió que Moscú podría reducir aún más los suministros, y reiteró un llamamiento a conservar la energía. “Tenemos un invierno muy crítico por delante”. Así lo declaró a la cadena ZDF en Montreal, durante una visita a Canadá con el canciller Olaf Scholz.
