La Secretaria General de la Agencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo, Rebeca Grynspan, aceptó la problemática que se presenta en el caso de los fertilizantes en cuanto a forma de pagos pagos, seguros y trasbordos.
Uno de los obstáculos que impide que los cereales producidos en este país salgan al mercado global a través del Mar Negro está en que aún no se reanudó aún el transporte de amoníaco a través de una tubería que lleva este gas desde Rusia hasta el puerto de Odesa en Ucrania.
Gryspan, cuya organización trabaja para que el acuerdo pueda funcionar, dijo que guarda cierto optimismo y dijo que pronto habrá "progresos importantes" en la cuestión de los fertilizantes rusos.
Hay que recordar que el acuerdo fue suscrito -con mediación de la ONU- en julio pasado y renovado a mediados de noviembre por 120 días, pero Rusia insiste en que la exportación de sus fertilizantes (25 % de la producción mundial en circunstancias normales) no se está produciendo conforme a lo acordado.
No es un dato menor que los precios de los fertilizantes aumentaron 250% desde la pandemia, aunque en algunos países ha sido de 500% por el efecto de la devaluación de las monedas locales.
Los alimentos y fertilizantes rusos están exentos de las sanciones internacionales que se aplican contra Rusia pero los operadores privados siguen teniendo dudas de cómo lidiar con este asunto y temen incurrir en problemas legales.
Sin embargo, 25 países necesitan de los fertilizantes rusos con una dependencia de las importaciones del 30% o más para los fertilizantes N, P y K. Muchos países de Europa del Este y Asia Central tienen una dependencia de importación de más de 50%.