Corea del Sur y Estados Unidos (EEUU), lanzaron catro misiles de clase “Tierra-Tierra” hacía el mar del Japón, que alcanzaron con precisión objetivos simulados y demostraron la capacidad de los aliados para disuadir nuevas provocaciones del país asiático.
Esta acción es una respuesta contundente al misil lanzado por Corea del Norte este lunes, que sobrevoló las prefecturas de Hokkaido y Aomori, en el norte de Japón, y cayó finalmente fuera de la zona económica exclusiva del país, en aguas del océano Pacífico.
Sin embargo, los aliados, Corea del Sur y EE.UU comunicaron que, solo se trata de simulacros aéreos desde el Estado Mayor Conjunto surcoreano, según refiere la agencia Yonhap.
En el caso del misil lanzado por Corea del Norte, el ministro de Defensa japonés, Yasukazu Hamada, dijo que el arma habría logrado un alcance récord en la historia de las pruebas armamentísticas de ese país, ya que voló alrededor de 4.600 kilómetros sobre el archipiélago de Japón.
Mientras tanto, un caza F-15K surcoreano arrojó este martes dos bombas de alta precisión JADAM sobre una isla deshabitada del mar Amarillo, hasta ahora las autoridades no explican a qué se debió el otro lanzamiento.
Consecuencias inmediatas
El lanzamiento de estos misiles, incluyendo los del lunes, han provocado la reacción inmediata de Washington, que condenó el lanzamiento del proyectil norcoreano, aseverando que se trató de una "decisión peligrosa e imprudente", teme que Pyongyang prepare una prueba nuclear, la séptima en la historia del régimen.
Por esta razón convocó a una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), para abordar lo que considera una violación de las resoluciones de ese organismo.
Desde Estados Unidos y Corea del Sur altos funcionarios han advertido que Kim Jong-un puede estar preparando una nueva prueba nuclear. Según estas fuentes, el ensayo podría ocurrir poco después del Congreso del Partido Comunista de China el 16 de octubre.
