La Organización de las Naciones Unidas (ONU), advirtió sobre las consecuencias del cambio climático en África para el 2023 y los años posteriores.
Richard Munang, director regional para África del Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente (Pnuma), declaró para EFE: "Las perspectivas apuntan a un empeoramiento de una situación ya de por sí terrible".
Además, explicó que en el continente se vio un aumento de entre 3% y 10% de zonas áridas e hiperáridas en las últimas dos décadas, lo que generará más sequías y otros desastres naturales extremos como más lluvias y tormentas intensas.
El funcionario igualmente hizo un llamado a las naciones más ricas, a que hagan realidad sus promesas en relación a la entrega de recursos para que los países más pobres, puedan trabajar en pro de la ecología.
Esta “promesa” fue hecha durante la cumbre climática COP27, realizada en Egipto, en la que se decidió crear un fondo para ayudar en las pérdidas y daños de los países en desarrollo, que además son más vulnerables a los efectos del cambio climático, sin embargo, en la Pnuma consideraron esto como algo “simbólico”, ya que lo recaudado hasta el momento no es suficiente.
“Hasta el momento, los compromisos para el fondo están por debajo de los 200 millones de dólares (según cifras de noviembre), a pesar de que análisis han mostrado que 55 economías duramente golpeadas por el cambio climático (…), 22 de ellas africanas, han sufrido pérdidas de hasta 525.000 millones de dólares en los últimos 20 años y serían un 20 % más ricas actualmente si no fuera por el cambio climático" declaró Munang.
El funcionario espera que las naciones ricas cumplan con su palabra y ayuden a los países africanos, lo que podría considerarse justo, ya que estas naciones afectadas son responsables solamente del 3% o 4% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Entre los problemas que enfrenta el continente, se vio un crecimiento desproporcionado en las hambrunas en varios países, que pasó de presentarse con una frecuencia de cada 12 años entre las décadas de los ochenta y noventa, a ser una lucha anual a partir del nuevo milenio.