El presidente de Colombia, Gustavo Petro, dijo que su gobierno entregará a los campesinos todos los bienes que les quitaron a narcotraficantes y que ahora obran en poder de la Sociedad de Activos Especiales (SAE).
Las autoridades incautaron bienes avaluados en unos 22 billones de pesos -casi 5.000 millones de dólares- e incluyen extensas fincas, casas, lujosos vehículos e incluso cientos de ganados pertenecientes a los narcotraficantes.
“Ahí está el inicio de la reforma agraria. No está en la reforma porque al cabo de estos tres meses ya no debe haber más bienes en la SAE que no estén en manos del campesinado, usufructuando para la producción”, señaló el primer mandatario.
Además, Petro alegó que necesitará de “mucha valentía” porque ahora sí habrá ojos puestos sobre los bienes, debido a que estarán en manos de personas que no alardean ningún tipo de poder.
El primer mandatario hizo las declaraciones en la posesión de algunos integrantes de su equipo de Gobierno, entre los que está, el nuevo presidente de la SAE, José Daniel Rojas Medellín y el Superintendente de Notariado y Registro, Roosevelt Rodríguez, quien tendrá la responsabilidad de garantizar la transparencia para prevenir el lavado de activos.
Antes de esta reforma, la política gubernamental consistía en vender los bienes para resarcir con los recursos a las víctimas del conflicto interno de casi seis décadas que involucró a bandas de narcotraficantes, guerrilleros izquierdistas y paramilitares de ultraderecha, los cuales desplazaron a millones de personas de sus propiedades.
Sin embargo, venderlos era un desafío, ya que los compradores temían que los propietarios anteriores o sus familiares aparecieran tratando de recuperar los bienes, especialmente en momentos en que los principales exlíderes paramilitares regresaron al país luego de cumplir sentencias de cárcel en Estados Unidos.
