Desde hace dos años la inseguridad pasó a ser la principal preocupación de los chilenos, en lo que consideran la peor crisis de seguridad durante la democracia.
La consultora internacional Ipsos, reveló que la principal inquietud de los chilenos en un 52% es el crimen y la violencia, además del narcotráfico y la presencia de bandas organizadas.
Aunado a esto, ocurrieron dos hechos que sacudieron la opinión pública; el robo de la casa de la Ministra de Defensa de Chile, Maya Fernández, en la que golpearon a su esposo e hijo. Esa misma noche fue abaleado un funcionario del grupo de la escolta presidencial.
Las tasas de homicidio en Chile aumentaron en los últimos seis años un 70%, mientras que la percepción de daño provocado por el robo con violencia subió un 37% en una década. Los delitos recurrentes son los llamados “portonazos” que son asaltos en las casas, y las “encerronas”, que son el robo de vehículos en plena calle por medio de intercepciones de delincuentes armados.
Hace una semana el presidente Gabriel Boric tocó el tema de la inseguridad y la violencia en su discurso de Cuenta Pública, señalando en sus primeras palabras que “Chile merece vivir en paz”. Posteriormente se extendió afirmando que “las múltiples violencias que hemos visto desarrollarse en los últimos años no pueden ni deben ser normalizadas”.
En ese contexto anunció que el próximo mes presentará indicaciones al proyecto de Ley que crea el Ministerio de Seguridad Pública, Protección Civil y Convivencia Ciudadana, que incluye una reforma total al cuerpo de carabineros de Chile.
Boric también solicitó apoyo al Congreso chileno para aprobar el programa ‘Menos armas, más seguridad’ que propone la limitación radical del acceso legal a las armas.
Ssolicito a este honorable Congreso todo el apoyo para aprobar una Ley que nos permita avanzar hacia la prohibición total de tenencia de armas y que al mismo tiempo fortalezca la institucionalidad a cargo de la fiscalización”.
