El fondo de inversión BlackRock y los bancos Goldman Sachs y Bank of America Corp (BofA) –tres de las mayores empresas financieras del planeta- informaron pérdidas trimestrales mayores a las esperadas “por pánico de sus clientes”.
BlackRock aseguró en un comunicado que las turbulencias de los mercados mundiales redujeron los ingresos por comisiones y además, los inversores minoristas rescataron sus ahorros.
Sus activos cayeron 11% (a 8,49 billones de dólares) y las acciones ha caído casi 36% en lo que va de año: de $10,45 a $7,36 cada una. La reducción neta de sus ingresos fue de 1.120 millones de dólares.
"Los inversores están navegando simultáneamente por la alta inflación, la subida de las tasas y el peor comienzo de año tanto para las acciones como para los bonos en medio siglo", dijo el presidente ejecutivo de la firma, Larry Fink, en un comunicado.
Las actuales condiciones del mercado (aumento de la inflación, agitación geopolítica, subidas de tasas) subió la presión sobre BlackRock y sus ingresos trimestrales cayeron 6% (a 4.530 millones de dólares).
Esto también porque los inversores minoristas retiraron alrededor de 10 mil millones de dólares en el trimestre, según BlackRock.
Aún así, la empresa atrajo 89.600 millones de dólares en entradas netas totales de clientes.
Por su parte, Goldman Sachs reportó una caída de 48% en sus ganancias trimestrales tras reservar más fondos en caso de préstamos incobrables pero las acciones subieron al superar las estimaciones de los analistas.
Los beneficios fueron de 2.800 millones de dólares en el segundo trimestre, tras una caída del 8% en los ingresos, a 11.900 millones de dólares.
Bank of America Corp (BofA) registró una caída de casi el 34% de sus ganancias del segundo trimestre, afectado por un desplome de los ingresos de la banca de inversión, ya que la actividad fue una fracción de los niveles récord del año pasado.
Los banqueros de inversión de Wall Street, que el año pasado estaban agobiados por la cantidad de negocios, han visto caer la actividad en el primer semestre de 2022 por un contexto de volatilidad de los mercados de capitales, tensión geopolítica y aversión al riesgo en los mercados globales.
