La directora general del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, pidió “prudencia fiscal” a la UE en medio de un "movimiento tectónico geopolítico", una crisis energética descontrolada, una ola inflacionista y una enorme fragmentación.
La funcionaria dijo ser consciente de lo delicado en época post pandemia pero “dadas las circunstancias” instó a los países europeos a contener el gasto público evitando medidas generalizadas que disparen todavía más las deudas públicas.
"La política fiscal puede proporcionar un colchón, pero no es la panacea pues se convierte en enemiga y hace que la lucha contra la inflación sea mucho más difícil", afirmó Georgieva.
El Fondo cree más apropiado apostar por ayudas sólo para los más vulnerables, y pidió expresamente coordinación y coherencia entre las políticas públicas y las decisiones monetarias.
"Los países que tienen espacio fiscal la tienen más fácil para lanzar medidas muy concretas de apoyo. Pero si no tienen ese margen es increíblemente difícil, porque entonces la política fiscal se convierte únicamente en repriorizar el gasto", apuntó Georgieva.
Por si fuera poco, la funcionaria del FMI se mostró muy preocupada por la "devastadora inflación" y anticipó un final de año complicado y un "2023 aún más duro".
La lideresa participó vía internet en unas jornadas organizadas por el Bruegel Institute, el think tank más importante e influyente en Bruselas en temas económicos.
Recordemos que la UE tiene congeladas las reglas fiscales, por lo que no se aplican los umbrales de 3% para el déficit público ni tampoco el 60% del PIB para la deuda si bien eso lleva mucho tiempo siendo ignorado.