Este viernes llegó a la Embajada de Ucrania en Madrid un paquete sospechoso lleno de sangre y con restos de animales en descomposición. Ante el hecho las autoridades policiales desalojaron al personal, y acordonaron el lugar.
Tras examinar el paquete, anunciaron que el mismo estaba libre de explosivos, sin embargo, la sede diplomática permanecerá cerrada hasta nuevo aviso.
Se trata del segundo paquete recibido entre los días 24 de noviembre y 2 de diciembre, que tiene como objetivo la Embajada de Ucrania en la capital española, y el séptimo enviado a diferentes organismos gubernamentales.
El primero en España llegó el miércoles con material explosivo, y dejó un trabajador herido.
El sobre iba dirigido al embajador, Serhii Pohoreltsev, llegó por correo ordinario del cartero habitual y no pasó por el escáner. Al abrirlo se produjo una explosión leve.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania, Oleg Nikolenko, confirmó el contenido de estos envíos.
Igualmente, Nikolenko afirmó que la entrada a la vivienda del embajador ucraniano en el Vaticano, sufrió un acto de vandalismo. Mientras que la Embajada en Kazajistán recibió un mensaje en el correo.
Más amenazas
El ministro de Exteriores ucraniano, Dimitri Kuleba, denunció este viernes que los paquetes son parte de una campaña de intimidación planificada, debido a que otras embajadas europeas han recibido sobres similares.
En ese sentido ordenó que todo lo que reciban pasará a un nivel reforzado de seguridad.
Estos paquetes han sido enviados a las embajadas de Hungría, Polonia, Holanda, Croacia e Italia, así como a los consulados de Nápoles, Cracovia y Brno, en República Checa.
Además, se han enviado otras seis cartas con material pirotécnico a personas en España, incluido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.