El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ordenó a los alcaldes de todo el país, ubicar los terrenos para la protección de los damnificados por las precipitaciones de las últimas semanas.
Al menos 271 personas murieron desde noviembre de 2021 a causa de la temporada de lluvias, la más intensa de las últimas cuatro décadas.
Por esto, durante su intervención en el departamento de Bolívar, el mandatario pidió no acelerar el encendido de las turbinas de la hidroeléctrica Hidroituango, ubicada sobre el río Cauca en el departamento de Antioquia, para disminuir cualquier tipo de riesgo y prestar especial atención al monitoreo de precipitaciones extremas, vendavales, granizadas, crecientes súbitas, deslizamientos, avenidas torrenciales, avalanchas e inundaciones en el territorio nacional ante los pronósticos adversos que hacen expertos y meteorólogos.
Dijo Petro: "lo primero es la vida de la población"
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales informó a la ciudadanía que las condiciones oceánicas y atmosféricas que generan las abundantes precipitaciones continúan y probablemente, se extenderán hasta los primeros meses del 2023. Este fin de semana se prevén abundantes lluvias en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina y en las regiones Pacífica, Andina y Caribe.
El presidente, Gustavo Petro, declaró desastre natural, lo que le ha permitido mover recursos del presupuesto nacional para atender a la población en crisis por las inundaciones y por el hambre y monitorea el avance de la ola invernal, que recuerda cada vez más a la crisis de 2010-2011, cuando las lluvias ocasionaron más de 300 muertos y afectaron a más de un millón y medio de personas.