Luis Enrique Ramírez Ramos (59 años) el columnista de ‘El Debate’ y fundador del portal de noticias Fuentes Fidedignas, se convirtió en el noveno periodista mexicano asesinado en Sinaloa.
El comunicador había sido secuestrado dos días antes por hombres armados no identificados en la colonia Los Pinos, donde tenía su residencia.
Las fuerzas de seguridad mexicanas localizaron en la mañana el cuerpo del periodista, envuelto en una bolsa negra de plástico, en un camino cercano a la carretera México-Nogales que conduce a la colonia El Ranchito, en el sur de Culiacán.
El servicio médico forense determinó que el periodista sufrió traumatismo craneoencefálico a consecuencia de golpes contusos, según informó la Fiscalía General de Sinaloa en un comunicado.
La titular del ente, Sara Bruna Quiñónez Estrada, indicó que se abrió una investigación.
El asesinado se había sentido intimidado por su trabajo como periodista, aunque no había presentado ninguna denuncia.
La editora de Fuentes Fidedignas, Marissa Palafox, dijo que Ramírez Ramos llegó a afirmar -tras el asesinato del corresponsal del periódico mexicano La Jornada en el estado de Sinaloa- Javier Valdez Cárdenas, que “él era el siguiente”.
Casi una decena de reporteros murieron de forma violenta durante 2021 en México y en las últimas tres décadas han sido más de 140
La ONG Human Rights Watch (HRW) denunció la persistente violencia contra los periodistas en México y alertó de que los asesinatos van camino a alcanzar niveles récord este año.
Sólo 2,5% de las investigaciones penales en México llevaron a una acusación en 2020, y poco menos de 0,3% fueron a juicio. “Alrededor de 95% de los delitos a nivel nacional no se resuelven”, según la organización de investigación México Evalúa.
No es un dato menor que en 2021 fueron asesinados en todo el mundo 55 periodistas, lo que supone el menor número de muertes anuales en más de una década.