La escasez en Estados Unidos durante las últimas semanas de fórmulas para bebés (sustituto de la leche materna) empieza a preocupar a padres y autoridades.
De hecho, algunos compradores desesperados han tenido que pagar hasta 120 dólares por una sola lata, obligados por las condiciones gástricas de algunos menores incapaces de procesar la leche materna natural.
El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) informó que tres de cada cuatro padres en Estados Unidos ofrece este producto a sus hijos.
Lo que comenzó como un “curioso inconveniente” se transformó en una crisis nacional a la cual la Casa Blanca tuvo que responder: "garantizar la disposición es una de las principales prioridades”, dijo la portavoz presidencial, Karine Jean-Pierre.
Ben Reich, director ejecutivo de Datasembly informó que alrededor de 40% de las marcas comerciales que ofrecen fórmulas para bebés se agotaron el mes pasado.
Ante la situación, algunas tiendas minoristas impusieron límites de compra de este producto.
Según las explicaciones de los especialistas en el rubro lácteo, las causas son diversas: las firmes políticas regulatorias locales que impiden en gran medida la importación del producto, los problemas derivados de la pandemia (producción y distribución) y el retiro de un importante lote por la presencia de una bacteria.
Lyman Stone, director de investigación de la consultora Demographic Intelligence explicó que los últimos años –a raíz de la pandemia de Covid-19 – se produjeron ciclos inéditos.
Durante la primavera de 2020, las ventas se dispararon porque las personas acumulaban el producto -al igual que almacenaban papel higiénico- y eso se tradujo en que el año siguiente la producción se redujo debido a la poca demanda (los padres seguían consumiendo el inventario casero).
