Debido a las recientes protestas que afectaron la nación brasileña, se abrieron investigaciones que pudieran conectarlas con los empresarios amazónicos.
En contexto, en la década de 1970, la familia Rovaris llegó al estado Mato Grosso para promover la expansión agrícola y en muy poco tiempo lograron acumular una de las mayores fortunas del país.
Uno de los descendientes directos de la familia, Atilio Rovaris, actualmente está siendo investigado ya que forma parte del movimiento que buscaba mantener al expresidente Jair Bolsonaro en el poder. Al perder en las urnas, cerraron calles y avenidas para evitar que el mandatario Lula Da Silva asumiera la presidencia.
Rovaris es uno de los mayores donantes de la campaña de Bolsonaro ya que contribuyó con la campaña electoral con más de 100.000 dólares.
El empresario nunca ha ocultado su preferencia por el partido de derecha ultra conservador.
Si bien hasta ahora no ha surgido ninguna prueba que lo conecte directamente con las protestas, las pesquisas judiciales tratan de localizar cuáles fueron los vínculos directos con el cierre de las calles y las violentas manifestaciones de enero pasado.
En noviembre de 2022, una de las compañías de Rovaris, apareció congelada por la Corte Suprema por las investigaciones que se centran en los fondos asignados para la carretera BR-163 hecha en los 70s, en los que se encuentran dos centros de apoyo a Bolsonaro.