Hablar de cáncer es hablar de miedo, temor y dolor para la mayoría. Esta enfermedad crónica crece año tras año en número de casos y se mantiene como una de las principales causas de mortalidad en el mundo, sin embargo, en paralelo también va aumentando el porcentaje de curación a través de diferentes prácticas, algunas avaladas por la ciencia y otras no, pero todas con un mismo fin, curar al paciente afectado.
Según datos de la International Agency for Research on Cancer, el cáncer es la segunda causa de muerte en el continente americano. Según los últimos datos mundiales este cobra la vida de al menos 10 millones de personas al año.
Estudios e instituciones que investigan la enfermedad prevén que los casos de cáncer aumenten un 40% en los próximos 20 años, es decir para el 2040. Esta cifra no podría ser manejada por los sistemas de salud actuales.
A pesar del panorama, la investigación científica avanza hacia mejores tratamientos y sistemas de prevención para intentar aplicar nuevas estrategias en materia de salud que aminoren la enfermedad.
Este sábado 4 de febrero es el Día Mundial contra el Cáncer, una fecha más que oportuna para explicar que el mayor aumento de casos se da en los países de ingresos bajos y medianos, y que las tasas de supervivencia son actualmente las más bajas, refiere la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Avances en los tratamientos
Investigaciones médicas y científicas, aseguran que, desde 1998 se ha aumentado el porcentaje de curación de la enfermedad, así como la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes. Esa información se afirmó en el XXV Simposio de Revisiones en Cáncer en Madrid.
Se refirió a un proceso que tiene que ver con la esfera terapéutica, es decir una nueva modalidad de tratamientos que se apegan a la multidisciplinariedad para buscar alternativas en materia de salud.
Algunos de esos tratamientos son el desarrollo de la poliquimioterapia, la misma quimioterapia de siempre a la que se le agregan nuevos fármacos y combinaciones de algunos medicamentos, que terminan siendo más eficaces y seguras.
En este sentido y durante el desarrollo del Simposio el tratamiento se basa en el contexto de la enfermedad avanzada y la localizada, como en la medicina de precisión, con fármacos dirigidos a toques terapéuticos, y la aparición de los biomarcadores para seleccionar más adecuadamente los tratamientos a utilizar.
Los fármacos actúan mediante diversos mecanismos, de modo que se reduzca la probabilidad de que las células cancerosas se vuelvan resistentes.
En el caso del desarrollo de la inmunoterapia y una medicina multidisciplinaria, estas se enfocan en el paciente como centro del sistema, y son otras de las alternativas que favorecen las posibilidades de tratamientos de máxima calidad.
El presidente de la Real Academia Nacional de Medicina, Eduardo Díaz-Rubio, refirió en Madrid durante el simposio que «hoy es posible decir que, gracias a la aparición de anticuerpos monoclonales y de inhibidores de tirosina-cinasa, se ha cambiado la historia natural de muchos tumores», refiere Noticias Taldea.
Las investigaciones para conseguir una cura contra el cáncer no han parado desde el año 1990, cuando la Bacilo Calmette-Guérin (BCG) se convirtió en la primera inmunoterapia aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA). Aún hoy se utiliza este procedimiento para el tratamiento del cáncer de vejiga en fase temprana.
Sin embargo, la ciencia evoluciona y en la actualidad hay otras opciones de tratamiento con vacunas contra el cáncer, un grupo preventivo y otro terapéutico.
El camino de las vacunas preventivas
En el sitio web Cancer.org se explica que las vacunas para el tratamiento del cáncer no son iguales a las vacunas que funcionan contra los virus de otro tipo, ya que estas tratan de preparar al sistema inmunitario para que lance un ataque contra las células cancerosas en el organismo.
De manera que en lugar de prevenir la enfermedad, tienen el objetivo de lograr que el sistema inmunitario ataque a una enfermedad que ya existe, refiere la Sociedad Americana del Cáncer.
Algunas vacunas para el tratamiento del cáncer se componen de células cancerosas, partes de células o antígenos puros para poder combatir el virus.
Otras veces, las propias células inmunitarias de un paciente se extraen y se exponen a estas sustancias en el laboratorio para crear la vacuna.
Una vez que la vacuna está lista, se inyecta en el cuerpo para aumentar la respuesta inmunitaria contra las células cancerosas. A menudo se combinan con otras sustancias para potenciarlas.
Entre las principales vacunas aprobadas por la FDA están:
Vacunas terapéuticas
- Bacilo Calmette-Guérin (BCG): Es la vacuna que utiliza bacterias atenuadas para estimular el sistema inmunitario, aprobada para pacientes con cáncer de vejiga en etapa temprana.
- Sipuleucel-T (Provenge®): Es la vacuna compuesta por células dendríticas estimuladas de los pacientes, aprobada para el cáncer de próstata.
EVacunas preventivas
- Cervarix®: es una vacuna aprobada para su uso en la prevención de la infección por las dos cepas del Virus de Papiloma Humano (VPH), que causan la mayoría de los cánceres de cuello uterino, VPH 16 y 18.
Su aplicación puede ayudar a prevenir el desarrollo de cánceres vinculados al VPH: cáncer de ano, de cuello uterino, de cabeza y cuello, de pene, de vulva y vaginal.
- Gardasil®: es una vacuna que protege contra la infección por VPH más avanzados, puede ayudar a prevenir el desarrollo de cánceres vinculados al VPH: cáncer de ano, de cuello uterino, de cabeza y cuello, de pene, de vulva y vaginal.
- Gardasil-9®: es la vacuna aprobada para la prevención de infecciones y prevención de verrugas genitales causadas por VPH; puede ayudar a prevenir el desarrollo de cánceres vinculados al VPH: cáncer de ano, de cuello uterino, de cabeza y cuello, de pene, de vulva y vaginal.
- Vacuna contra la hepatitis B (VHB) (HEPLISAV-B®): es la vacuna preventiva que protege contra la infección por el virus de hepatitis B; puede ayudar a prevenir el desarrollo de cáncer de hígado vinculado al VHB.
En la Región de las Américas, América Latina y el Caribe esta enfermedad afecta en mayor proporción a las mujeres, según cifras publicadas por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
- Los tipos de cáncer diagnosticados con mayor frecuencia en las mujeres son: de mama (30,7%), pulmón (10,3%), colorrectal (9,6%) y cuerpo uterino (6,4 %).
- Los que causan el mayor número de defunciones en las mujeres son: pulmón (18,4%), mama (17,5%), colorrectal (10,6%) y páncreas (7,2%).
- Casi 500.000 nuevos casos de cáncer de mama y más de 100.000 muertes por este tumor se registraron en la región.
- Más de 56.000 mujeres fueron diagnosticadas con cáncer cervicouterino en América Latina y el Caribe y más de 28.000 perdieron la vida.
- Los tipos diagnosticados con mayor frecuencia en los hombres son: de próstata (8,6%), pulmón (11,7%), colorrectal (10,2%) y vejiga (5,9%).
- Los que tienen las tasas más elevadas de mortalidad en los hombres son: pulmón (20,6%), próstata (14,5%), colorrectal (10,6%), páncreas (7,0%) e hígado (6,6%).
Programas y estrategias de prevención
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) trabaja con los países de la región para reducir en un 25%, para el 2025, las muertes prematuras por enfermedades no transmisibles, entre ellas el cáncer.
A través de su plan de acción lanzado en octubre de 2013 la Organización promueve estrategias de reducción del uso de tabaco y alcohol, apoya la introducción de la vacuna contra el VPH y las pruebas de detección. Además impulsa mejoras en la calidad y el acceso al diagnóstico temprano del cáncer de mama.
También, fomenta mejoras en los servicios de radiología y en el acceso a medicamentos de quimioterapia esenciales y asequibles; así como promueve la expansión del acceso a programas de cuidados paliativos y opioides para el alivio del dolor y el manejo de síntomas.
Entre las estrategias propuestas por la OPS para reducir el riesgo de cáncer, así como de otras enfermedades no transmisibles, figuran:
- Aumentar los impuestos, restringir el acceso y advertir sobre los peligros del tabaco y del uso nocivo del alcohol.
- Promover la conciencia pública acerca de la dieta saludable, la actividad física y el peso saludable.
- Inmunizar contra la hepatitis B desde el nacimiento para prevenir el cáncer de hígado, y contra el Virus del Papiloma Humano a las adolescentes para prevenir el cáncer cervicouterino.
- Organizar programas de tamizaje para detectar y tratar las lesiones precancerosas y prevenir el cáncer cervicouterino, además de detectar en forma temprana el cáncer de mama
En 2022 un estudio de la Universidad de Harvard reportó los 14 tipos de cáncer que están aumentando en menores de 50 años.
Los tumores que han aumentado en jóvenes son mama, colon y recto, endometrio, esófago, vía biliar, vesícula biliar, cabeza y cuello, riñón, hígado, médula ósea, páncreas, próstata, estómago y tiroides.
La investigación pone en manifiesto que el aumento de la incidencia de cáncer aumenta cada década; así, en 1960 había más tumores que en 1950, aunque el incremento se disparó a partir de 1990.
Explica que el exposoma, el conjunto de factores a los que una persona está expuesta a lo largo de su vida ha cambiado sustancialmente en las últimas décadas.
Dichos factores influyen en su salud, en la vida temprana, que incluyen la dieta, el estilo de vida, el peso, las exposiciones ambientales y el microbioma de lo individuos.
Así, la dieta y el estilo de vida occidental pueden estar contribuyendo al aumento del cáncer de aparición temprana.
Además, el uso de cigarrillos electrónicos ha incrementado los casos de cáncer de pulmón, tiroides y garganta.
Aunque los científicos están en permanente búsqueda de la cura contra la enfermedad, no hay un tratamiento concreto ni una vacuna que cure la enfermedad.
Una cura significa que el cáncer ha desaparecido con el tratamiento y que no se requiere de una acción adicional, aunado al fin de la expectativa de que el cáncer regrese.
Es poco común que un médico pueda asegurar que el cáncer nunca regresará. En la mayoría de los casos toma tiempo el poder determinar si el cáncer podría volver. No obstante, cuanto más tiempo se haya librado y se mantenga libre de un tumores, mayor es la probabilidad de que el cáncer no regrese, refiere Cancer.org.
