El 30 de octubre de 1938, una narración de apenas una hora de duración, cambió el mundo por completo. Orson Welles, desde el estudio 1 de la CBS, transmitió en directo la adaptación de la novela de H.G. Wells, la guerra de los mundos.
“Señoras y señores, les presentamos el último boletín de Intercontinental Radio News. Desde Toronto, el profesor Morse de la Universidad de McGill informa que ha observado un total de tres explosiones del planeta Marte entre las 7:45P.M. y las 9:20 P.M,” así comenzó la transmisión de último minuto.
A pesar de la advertencia de que era una adaptación teatral, las personas que sintonizaron la radio pensaron que se trataba realmente de una invasión de seres inteligentes de otro planeta y a lo largo y ancho de Estados Unidos, cientos de familias entraron en pánico y huyeron de las grandes ciudades.
Incluso, hay registros de varias redacciones de periódicos que se hicieron eco de esta narración sin saber que era una adaptación de una novela, lo que ayudó a multiplicar la noticia como pólvora.
Ante este escenario y tras varias décadas de intensos debates, expertos en la comunicación de masas coinciden que la narración de Welles fue la primera fake news de la historia moderna.
Han pasado casi 85 años desde ese momento y las alarmas volvieron a encenderse luego que las autoridades estadounidenses, derribaran entre enero y febrero de este año, cuatro objetos no identificados que volaban sobre los cielos de Alaska, el norte de Canadá y el lago Hurón, EEUU.
No son extraterrestres
El primer objeto detectado y posteriormente derribado fue identificado como un supuesto globo espía chino pero los últimos tres restantes, fueron catalogados por varios días por la Administración de Joe Biden como “objetos”, lo que despertó interés y el nacimiento de múltiples teorías ante los fenómenos aéreos no identificados (UAP por sus siglas en inglés).
Según la minuta de los aviadores, que siguieron de cerca los primeros tres objetos interceptados, volaban a más de 12.000 metros de altura, los describieron como globos con pequeños objetos cilíndricos de metal y de un tamaño considerable pero el último objeto derribado sobre el lago Hurón era diferente ya que tenía forma octogonal con cuerdas colgando y volaba a 6.000 metros.
Ante el aumento de noticias relacionadas con esta teoría, John Kirby, coordinador de Comunicaciones Estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional, aseguró el pasado 14 de febrero, «no creo que el pueblo estadounidense tenga que preocuparse por extraterrestres con respecto a estas naves. Y eso es todo: no hay nada más que decir al respecto».
Pero existen, ¿o no?
En septiembre de 2019 la Marina estadounidense reconoció que tres imágenes militares desclasificadas lanzadas entre 2017 y 2018, eran en realidad UAP.
Una encuesta realizada por CNN en la conmemoración del 50 aniversario del incidente de Roswell afirmó que 80% de los estadounidenses cree que el gobierno encubre el conocimiento de la existencia de formas de vida extraterrestres.
El caso Roswell, fue un hecho ocurrido el 2 de julio de 1947, cuando un objeto desconocido se estrelló en un rancho cerca de Roswell, Nuevo México, y ganó múltiples adeptos. Los ufólogos comenzaron a promover una variedad de teorías de conspiración y afirmaron que una o más naves de seres extraterrestres habían aterrizado en este planeta y que el ejército había recuperado a los alienígenas.
El periodista venezolano Héctor Escalante, quien se ha dedicado a estudiar los hechos relacionados con los objetos voladores no identificados (OVNIS), asegura en declaraciones a La Mosca News, que los recientes descubrimientos de objetos voladores anunciados por las autoridades estadunidenses no tienen relación con seres de otros planetas.
Sin embargo, confirmó que hay evidencias de la presencia de artefactos voladores con comportamiento inteligente y que algunas personas han podido interactuar desde el punto de vista mental.
“Estos tipos de fenómenos están ocurriendo prácticamente desde hace cientos de años, con solo mirar las pinturas rupestres, en la que se plasmó la presencia de estos artefactos de los cielos significa que estos contactos se han dado con los humanos, y con el pasar del tiempo, se deja en claro de que realmente nosotros, los humanos, no estamos solo en este vasto universo”, aseguró Escalante.
El ufólogo agregó que la sociedad mundial aún no está preparada para asimilar la existencia de otros seres inteligentes, en parte porque la gran mayoría cree que esas noticias son fake news, otros por parte de los gobiernos que aún no desclasifican por completo estos tipos de avistamientos y contactos.
El especialista en OVNIS contó una experiencia en particular cuando estaba dentro del Parque Nacional El Ávila, localizado en la Cadena del Litoral dentro de la cordillera de la Costa, en el centro-norte de Venezuela.
“Cuando bajaba por el sendero de la montaña junto a tres amigos, todos observaron al mismo tiempo, un artefacto que tenía forma de plato invertido y luces intermitentes a su lado, que luego se desplazó en curva hacia arriba y avanzó un poco, para terminar, devolviéndose nuevamente hacia abajo”, subrayó.
Pero más allá del avistamiento, lo que le sorprendió fue la postura que asumieron los presentes, “nadie dijo nada, sino que nos miramos y seguimos caminando”, puntualizó Escalante.
Desde hace más de 20 años, el periodista y ufólogo recorre el país sudamericano para recabar pruebas y testimonios sobre avistamiento de OVNIS, conocer historias y divulgarlas para que las personas que han vivido una experiencia similar, se animen a compartirla y quiten el mote de “tabú” a los avistamientos.