Investigadores sugirieron en una publicación en la revista Antiquity, que un objeto descubierto en el año 1992 en las ruinas del fuerte romano de Vindolanda en Northumberland, Inglaterra, podría haber sido utilizado como un juguete sexual en la época romana.
Inicialmente los arqueólogos determinaron que el artefacto descubierto era un instrumento para remendar prendas, ya que fue encontrado junto a zapatos, accesorios de vestir y herramientas para la costura.
Otra hipótesis que se manejó a principios de los noventa es que el objeto de madera se utilizó como instrumento de cocina o para moler ingredientes para cosméticos, o tratamientos medicinales.
Sin embargo, un nuevo estudio determinó que esta estructura en forma fálica, de 16 centímetros de longitud, fue empleado como un juguete sexual.
Así lo determinó el análisis realizado por los profesores Rob Collins, de la Universidad de Newcastle, y Rob Sands, de la University College de Dublín, al realizar varios exámenes en 3D.
El resultado arrojó que ambos extremos del objeto eran notablemente más suaves, lo que indica un uso repetido a lo largo del tiempo, quizás con fines íntimos.
Sería el primer ejemplar hasta la fecha de un falo incorpóreo hecho de madera, recuperado en cualquier parte del mundo romano.
«Podría muy bien ser un objeto sexual y, si lo es, se trata del primer ejemplo del mundo romano», aseguró Collins a la cadena CNN.
«No debería sorprendernos. Sabemos por el arte romano y la literatura romana que usaban consoladores, que existían. Pero aún no hemos encontrado ningún ejemplo arqueológico», puntualizó el investigador.
Según los investigadores este palo tallado probablemente era más grande de lo previsto, porque la madera arqueológica es propensa a encogerse y deformarse.
Los falos eran comunes en el Imperio Romano, ya que se creía que ofrecían protección contra la mala suerte, y fueron plasmados en pinturas o representados en cerámicas o en la joyería.
