El gobierno del presidente de EEUU, Joe Biden, propuso nuevas restricciones al acceso y asilo de inmigrantes y luego de 30 días de comentarios y pruebas, una nueva ley entraría en vigencia el próximo 11 de mayo en sustitución del llamado Título 42. La nueva norma sería igual a la de Trump, denuncian ONG de migrantes y Derechos Humanos.
En un comunicado de prensa conjunto, organismos gubernamentales explicaron que trabajan para levantar el Título 42 el próximo 11 de mayo y el regreso al procesamiento de todos los no ciudadanos bajo las autoridades de inmigración del Título 8.
Hasta entonces, la orden del Título 42 sigue vigente y las personas que intenten entrar en Estados Unidos sin autorización seguirán siendo expulsadas, precisaron las autoridades estadounidenses.
Una de las primeras medidas criticadas por las ONG relacionadas con los migrantes y sus derechos humanos es la obligatoriedad de solicitar el acceso y asilo durante su paso por los países que transitan, en las embajadas estadounidenses o solicitando una cita en línea.
Anu Joshi, de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) denunció que es, en esencia, la prohibición de asilo de Trump con otro nombre.
Abby Maxman, presidenta de Oxfam América, señaló que es ilegal, inmoral y tendrá un costo humano aterrador.
Medida de emergencia
El gobierno de Biden afirmó que es el único medio que tiene para lidiar con la migración en la frontera, porque el Congreso no se pone de acuerdo sobre una política migratoria, y aseguró que se trata de una medida de emergencia con duración temporal para responder al aumento del número de migrantes.
En la acera contraria, los republicanos acusan a Biden de haber perdido «el control efectivo de la frontera». En diciembre pasado, intentaron cruzar un promedio de 8.500 migrantes por día, la mayoría de ellos con la intención de pedir asilo en suelo estadounidense.
Y ahí está el punto máximo de confrontación: el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) explicó que, en la nueva norma, los migrantes no serán aptos para el asilo a no ser que cuenten con una autorización, que hayan usado la aplicación CBP One (para programar una hora y un lugar para presentarse en un puerto de entrada) y que no se les haya denegado el asilo en un país de tránsito.
Los niños no acompañados estarían exceptuados de la presunción de «inelegibilidad de asilo». Hay otros casos con igual procedimiento: las emergencias médicas agudas y las amenazas extremas e inminentes a la vida o seguridad del solicitante de asilo.
Según el DHS, hasta el 17 de febrero más de 26.000 cubanos, nicaragüenses y haitianos recibieron autorización de viaje y miles de venezolanos (con acceso al programa desde octubre de 2022) ya arribaron.
Un total de 33.800 solicitudes de venezolanos han sido examinadas y recibieron luz verde a finales de enero, informa el DHS.
De hecho, las autoridades estadounidenses constatan un descenso de 97% en el número de migrantes procedentes de estos cuatro países entre el 5 y el 31 de enero.