BBC, El País de España o The New York Times –entre otros medios formadores de opinión- esgrimen desde hace algún tiempo que el gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro se ha vuelto neoliberal.
En contraposición, el politólogo William Serafino asegura para el portal Misión Verdad, que “el supuesto neoliberalismo del presidente Nicolás Maduro es tantas cosas a la vez que cuesta observar dónde está realmente el centro de gravedad”.
BBC cuestiona lo que denominan “el turbocapitalismo de Las Mercedes” (zona del este capitalino) que con sus tiendas de lujo, restaurantes de alta gama y casinos, estaría confirmando la hipótesis de la incursión neoliberal. El texto de Serafino refiere también lo que opina Al Navío, para quien la cuestión está en el levantamiento de los controles de precios y de cambio.
Para el País de España, “la oferta de trabajo en plataformas tipo Yummy o la circulación de dólares en la economía y su establecimiento como medio de pago masivo reflejan el salto hacia la liberalización”.
Para algunos sectores de la izquierda dentro del país, el problema radica en que Maduro con estas medidas, se ha alejado del Chavismo.
Entre una arena y otra, el análisis que plantea Serafino en el texto subraya que, de forma planificada, “Maduro hizo una corrección táctica” de carácter coyuntural y pragmática de la política económica del país, para que el ahorro privado fuese la base de dinamización económica, y esto a su vez permitiera financiar la estrategia de estabilidad política e institucional.
La misma fuente asegura que la situación agónica de inflación descontrolada, estimulada por un cerco económico y financiero inédito sobre el flujo de la renta petrolera, fue el origen de esa corrección en la política económica gubernamental, sin perder el foco estratégico de la orientación del chavismo.
“Fomentar el comercio, la producción y la inversión adecuando los parámetros de control sobre estas actividades no puede calificarse de neoliberalismo. El gobierno tomó medidas para facilitar la contención de la inflación y estimular el crecimiento económico en respuesta a un panorama de presiones que no dejaba otra alternativa”, se enumera en la publicación.
Misión Verdad, un espacio de investigación en Venezuela, enumera que, ni las empresas estratégicas han sido privatizadas, ni los bancos públicos son una pequeña fracción del sector, ni la recaudación fiscal está en su mínima expresión.
De acuerdo al autor del artículo, William Serafino, quizás el aspecto más frágil de esta narrativa es “que supone que todo lo que implique reordenar las finanzas, buscar una gestión más racional de recursos (escasos, en virtud del bloqueo) y estimular condiciones de crecimiento económico por vías diversas a las tradicionales certifica un giro neoliberal».
Serafino pone de manifiesto que “cuando se habla de neoliberalismo se hace referencia a una política de ajuste estructural signada por privatizaciones en sectores estratégicos, financiarización del tejido económico, desregulación de servicios públicos esenciales y un aumento en el poder de decisión de las empresas concentradas en detrimento de la autoridad del Estado”.
Por lo tanto, si Nicolás Maduro realmente apostara por el neoliberalismo en Venezuela, Pdvsa y muchas otras empresas como el Metro de Caracas, las empresas de electricidad, telecomunicaciones, entre otras, estarían ya en manos del sector privado. Tampoco existirían restricciones como el encaje legal o controles en las carteras de crédito.
La presencia -de facto aunque no legalizada- que tiene el dólar estadounidense en el país, es otro argumento que sirve para ilustrar el punto. En este momento, se trata de la moneda de pago frecuente y de ahorro entre la población, una flexibilización que comenzó en el año 2018 y que se autorizó de manera excepcional para mitigar la inflación.
Aplicar medidas neoliberales pasaría por “aupar el crecimiento pero eliminando toda política de recaudación”, asegura el texto, cuyo análisis concluye con una frase generadora: “Si es neoliberal, no hay razón para que prosiga el acoso internacional en su contra, ¿verdad?”
