Decenas de alumnas fueron hospitalizadas este martes en Teherán, por un nuevo caso de envenenamiento en colegios de mujeres lo que aumentó la cifra a 650 estudiantes afectadas.
Los ataques fueron atribuidos a sectores locales opuestos a la escolarización de las mujeres.
Unas 35 estudiantes de la escuela femenina de Khayyam, en Pardis, una ciudad aledaña a Teherán, fueron trasladadas al hospital tras sentirse indispuestas por la mañana, informó la agencia de prensa Tasnim. Las niñas envenenadas informaron haber olido mandarina o pescado podrido antes de caer enfermas.
Ninguna de las jóvenes se encuentra en estado grave. Todas inhalaron en el establecimiento unas sustancias gaseosas, cuya naturaleza se desconoce.
Desde finales de noviembre, la prensa iraní ha informado de cientos de casos por envenenamiento respiratorio de niñas de unos 10 años, en escuelas de la ciudad santa de Qom, en el centro del país. Algunas tuvieron que ser hospitalizadas.
El Ministerio de Salud explicó en un comunicado que “ciertos individuos buscaban, con estos actos, que todas las escuelas, en particular las escuelas de chicas, cierren”.
El fiscal general anunció la semana pasada que había iniciado una investigación y agregó que la información disponible indica «la posibilidad de actos criminales y premeditados».
El primer envenenamiento se produjo el 30 de noviembre, cuando 18 estudiantes de la Escuela Técnica Nour, en la ciudad santa de Qom, fueron llevadas al hospital.
Según se ha reportado, al menos 194 niñas fueron envenenadas en la última semana en cuatro escuelas en la ciudad de Borujerd, en la provincia occidental de Lorestan.
Padres de las niñas envenenadas protestaron frente a la oficina del gobernador de Qom.
Cabe destacar que los envenenamientos se han concentrado particularmente en Qom, una ciudad que es sede de importantes santuarios musulmanes chiitas y del liderazgo religioso columna vertebral del país persa.
Hay que recordar que, desde septiembre, han ocurrido múltiples manifestaciones tras la muerte en custodia de la joven kurda, Mahsa Amini, quien fue detenida por la policía de la moral por supuestamente no tener «bien colocado» su velo.
