La fiscalía de Larissa, Grecia, imputó al jefe de la estación de trenes de su ciudad por el accidente de tren que acabó con la vida de más de 40 personas, por lo que podría ser sentenciado a pasar entre diez años y cadena perpetua si es encontrado culpable por “homicidio negligente”.
Al hombre de 59 años, se le investiga por provocar lesiones corporales además del delito grave por la perturbación de la seguridad en el tráfico de transporte que derivó en la muerte de algunos usuarios.
De acuerdo a los medios locales, el acusado confesó el pasado miércoles tras ser detenido y asumió toda la responsabilidad del error que cometió con el tren de pasajeros en el que viajaban 342 usuarios y 10 tripulantes, el cual colocó en la misma vía en la que iba un tren de carga con dos maquinistas.
Las autoridades griegas se encuentran investigando para esclarecer los hechos, aunque el único acusado afirma que este accidente ocurrió por la fatiga, producto de las muchas horas de trabajo.
Tras conocerse la sentencia, el abogado del jefe de la estación declaró que su cliente se siente “devastado a nivel humano, pero asumió toda la responsabilidad dentro del marco que le corresponde, aunque hay muchas otras personas que también tienen que hacerse cargo de sus errores”.
El sindicato de los trabajadores ferroviarios decretó un paro de 24 horas desde este jueves para protestar por la falta de mejoras que hay en el sector, así como el fallo en los sistemas de seguridad, señalizaciones y solicitar una guía electrónica la cual pudo evitar este accidente. También reclaman que sea una sola persona del sector la que se encuentre en prisión por el accidente.
El presidente del sindicato de maquinistas Kostas Geridunias, declaró: «Nada funciona, todo se hace manualmente, estamos en modo manual en todo el eje Atenas Salónica. Los semáforos tampoco funcionan. Si lo hicieran, los conductores verían los semáforos en rojo y se detendrían a tiempo».
Por esto, es que piden la guía electrónica. Sin ella, los conductores dependen completamente de la información dada por los jefes de las estaciones.
Tras el accidente, el gobierno declaró tres días de luto nacional y el ministro de transporte presentó su renuncia horas más tarde.