Unas lujosas joyas regaladas por Arabia Saudita a Michelle, la esposa del expresidente Jair Bolsonaro cuando era primera dama, y que un funcionario de la anterior administración intentó introducir sin declarar por el aeropuerto de Sao Paulo, han provocado un nuevo escándalo en Brasil.
El Ministerio Público indicó que la investigación de la Policía Federal comenzará este mismo lunes y, según el blog de la periodista Bela Megale, tiene previsto llamar a declarar a Bolsonaro y a su esposa. Aunque primero escucharán a los funcionarios directamente involucrados.
La semana pasada, el periódico O Estado de Sao Paulo reveló que, en octubre de 2021, un collar, un anillo, un reloj y un par de pendientes de diamantes –todo valorado en 3,2 millones de dólares y regalo de las autoridades sauditas– fueron incautados en el aeropuerto internacional de Sao Paulo-Guarulhos.
Los agentes encontraron las joyas –acompañadas de un certificado de autenticidad de la casa Chopard– en la mochila de Marcos André Soeiro, asesor del entonces ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, que integraba la comitiva brasileña que regresó de un viaje oficial a Oriente Medio.
Cuando confiscaron las joyas, Soeiro comunicó lo sucedido a Albuquerque, quien explicó a las autoridades que el paquete era para la entonces primera dama. El episodio quedó registrado por las cámaras de seguridad del aeropuerto.
Ocho tentativas
A las tentativas de Soeiro y Albuquerque para hacerse con las joyas, les seguirían otras seis. La última fue el pasado 29 de diciembre, dos días antes de que Bolsonaro abandonara el gobierno, cuando el expresidente, a través de un funcionario, mandó una carta al gabinete del Fisco Federal para solicitar que los regalos fuesen enviados a presidencia.
Este lunes, el portal G1 informó que Julio César Vieira Gomes, quien estaba al cargo del Fisco Federal en aquel entonces, fue designado para un alto cargo en París el 30 de diciembre, es decir, un día después del intento del exmandatario por recuperar las joyas. Gomes habría ayudado a Bolsonaro a realizar la gestión, sin éxito.
«Ahora estoy siendo crucificado en Brasil por un regalo que no recibí. Vi en algunos periódicos decir maliciosamente que traté de traer joyas ilegales a Brasil. No existe tal cosa», comentó este fin de semana Bolsonaro desde EE.UU.
Por su parte, en las redes sociales, Michelle escribió irónicamente: «¿Quieren decir que ‘tengo todo esto’ y no lo sabía? ¡Dios mío! Ustedes van muy lejos, ¿eh? ¡Me río de la insensatez de esta prensa ridícula!».
La ley establece que si se ingresa en Brasil con artículos superiores a 1.000 dólares, estos tienen que ser declarados y se debe pagar el impuesto correspondiente, que equivale al 50 % del valor estimado de la mercancía.
O Estado de Sao Paulo detalla que si las joyas hubiesen sido registradas como un regalo de Arabia Saudita al gobierno brasileño, estas hubiesen pasado a formar parte del patrimonio del Estado y, tras terminar Bolsonaro su mandato, Michelle ya no hubiese tenido acceso a ellas.
«Contrabando, malversación y lavado de dinero»
El ministro de Justicia, Flávio Dino, consideró que estos hechos pueden configurar delitos de «contrabando, malversación y lavado de dinero», entre otros.
Además, el Fisco Federal informó este lunes que se investigarán irregularidades en un supuesto segundo paquete de regalos de Arabia Saudita que llegó a Brasil en octubre de 2021, pero que sí habría burlado las aduanas.
Bolsonaro se encuentra desde el pasado 30 de diciembre en EE.UU, país al que viajó dos días antes de la toma de posesión de Luiz Inácio Lula da Silva. En Brasil, el ultraderechista, que ya perdió su inmunidad, se enfrenta a varias investigaciones en el Tribunal Superior Electoral y por el Supremo Tribunal Federal. Entre ellas, una por su supuesta implicación en los ataques el 8 de enero contra las sedes de los tres poderes en Brasilia.
En varias ocasiones, Bolsonaro ha mencionado que regresaría a Brasil en marzo, sin embargo, este fin de semana no hizo ninguna alusión a este tema en el discurso que ofreció en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), el mayor foro anual de la derecha de EE.UU. Lo que sí dijo fue que «su misión» no ha terminado.
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